El pasado 22 de abril, horas después de que el Real Madrid se impusiera al Barcelona en la final de la Copa del Rey en Mestalla (1-0), se conoció que Josep Antoni Duran Lleida se encaró con algunos miembros de los Ultras Sur minutos antes del partido. El portavoz de CiU en el Congreso denunció entonces que los radicales le reconocieron y comenzaron a insultarlo cuando se encontraba acompañado de varios familiares. Incluso le lanzaron el contenido de un cubalibre y agredieron a uno de sus acompañantes, según la versión facilitada por Unión Democrática de Cataluña (UDC).
Unos hechos que motivaron que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, telefoneara al político pidiéndole disculpas en nombre de toda la afición madridista.
Pero ahora, un mes y medio después, la policía denuncia los gestos obscenos que Duran dedicó a los ultras, así como la actitud desafiante que mostró con un agente, según recogieron los agentes en una nota informativa que el diario Público desvela este jueves.
El 20 de abril, alrededor de las ocho de la tarde, la Unidad de Intervención Policial (UIP) escoltaba a un centenar de miembros de los Ultras Sur hasta el estadio de Mestalla. En un momento dado, siempre según el informe, los radicales comenzaron a insultar a un grupo de personas ataviadas con camisetas, banderas y bufandas del Barça. Los agentes establecieron un cordón en torno a ellos y otro alrededor de los seguidores madridistas.
El oficial al frente del dispositivo no reconoció al político que, protegido por la Policía, sonrió mientras mostraba el dedo corazón a los ultras en repetidas ocasiones e hizo con los dedos la señal de los cuernos. El agente recriminó a Duran su actitud al entender que estaba incendiando el ánimo de los Ultras Sur. Sin ser consciente de a quién se dirigía, le preguntó si no le daba vergüenza actuar así a su edad, más aún en presencia de los menores que lo acompañaban: una hija y dos sobrinos.
Pero lejos de obedecer a la Policía, Duran Lleida siguió dedicando los mismos gestos obscenos a los Ultras Sur. Incluso, Público asegura que el dirigente de CiU se puso altivo con el policía y le dijo que no le chillara.