Cristiano Ronaldo fue este fin de semana el objetivo de las cámaras y de la multitud de miradas de sus fans en el centro de Estambul. El delantero portugués del Real Madrid y su novia, la modelo rusa Irina Shayk, fueron abordados por cientos de personas en la Avenida Istikal, donde inauguraban un centro comercial propiedad del presidente del Besiktas, Yildirim Demirören, con quien se ha asociado Cristiano para la construcción de un resort de lujo en Madeira.
El luso llegó al acto con retraso, con lo que tuvo que cancelarse la firma de autógrafos que el jugador tenía programada. Era tanta la gente que se agolpó en el centro de la ciudad turca que muchos de los comercios de la zona tuvieron que cerrar e incluso los tranvías se vieron obligados a detenerse un par de veces.
Ante el descontento de la gente por la suspensión de la firma de autógrafos, el jugador decidió salir a un balcón de una de las cafeterías del recién inaugurado centro comercial y dedicar unas palabras a todos los que estaban esperándole para verle. "Os quiero a todos, estoy muy feliz de estar aquí en Turquía", dijo Cristiano a la muchedumbre. "Os doy las gracias a todos los que habéis venido aquí por mí".
Sorprendido ante tanto público, CR7 respondió a las preguntas de los periodistas sobre si vería jugando en un equipo turco dentro de unos años. "No lo sé, quizás", fue la escueta respuesta del delantero del Real Madrid.
