El culebrón de Guardiola vuelve a acechar

Ya está aquí. Se ha convertido en una tradición en el Barça por estas fechas. Cada año, desde que Pep Guardiola llegara al banquillo azulgrana, a principios de enero –y a veces dura más de un mes- aparece la polémica, el debate, el culebrón, la controversia... sobre la renovación del técnico.

El de Sampedor dejó claro desde el primer momento que no quería contratos largos. Su intención era la de renovar año tras año, en función de varios factores: los resultados obtenidos, la satisfacción en el banquillo, la relación con sus pupilos, la motivación de los mismos... Poco o nada tiene que ver –siempre según Guardiola- con motivos económicos, aunque es para creerle. Seguro que Rosell le ofrecería un cheque en blanco.

Sin embargo, este sistema, beneficioso en algunos aspectos, también tiene su lado negativo. Desde el primer año, cuando quedan pocos meses para que finalice su contrato –es decir, en enero-, arranca el debate. Los periodistas quieren saber. Rosell quiere estar tranquilo. El aficionado azulgrana desea su continuidad. Pero sólo hay nervios. Por todos lados. Incluso en el propio Guardiola.

El entrenador siempre asegura que él está calmado, y que sabe lo que se hace. Que no le preocupa nada comparado con la plantilla y con el próximo partido de turno. Pero no es cierto. En cuanto la prensa comienza a preguntar sobre el tema, al hombre siempre calmado le afloran los nervios. Y responde mal. No son los periodistas los únicos afectados. También el presidente azulgrana –primero Laporta y el pasado año Rosell- lo sufre. Y parece que este curso va a ser igual.

Por eso, este martes, cuando le han preguntado al respecto en la rueda de prensa previa al partido de Copa ante Osasuna, se ha mostrado tajante. "No, y si la hubiera tomado, el primero que lo sabría sería el presidente", ha afirmado tras ser cuestionado por si ya había tomado alguna decisión sobre su renovación y sobre si ya había algún acuerdo con el club.

Ya van varios días hablando sobre su renovación. Sport, por ejemplo, llevé este lunes el tema a su portada. "No te dejaré tirado", le habría dicho el técnico a su presidente. Otros medios incluso han ido más lejos, y ya han apuntado un nombre para ser su posible sucesor: Marcelo Bielsa, actualmente en el Athletic.

Esto no ha hecho más que empezar. Durará bastante, y dará mucho que hablar. Todo lo que Guardiola quiera.