Nos encontramos ya a las puertas de la final después de sos semifinales apasionantes. La primera, con dos estadounidenses como protagonistas, Hunter Mahan y Mark Wilson, terminó decantándose por el favorito, el primero.
Mahan se puso de inmediato arriba, con dos hoyos de ventaja tras dos jugados El match no podía empezar mejor. Pero el partido no se cerró, sino que se produjo el efecto goma. Wilson se acercaba, pero Mahan recuperaba los dos golpes de renta, ventaja que se mantuvo hasta el hoyo 17 dando por concluida la primera semifinal.
La otras semifinal, la europea, era más incierta, ante el buen momento de forma de Lee Westwood, demostrado de sobra durante todo este Accenture Match Play. Y comenzó de cara a Westwood: dos birdies consecutivos y un bogey de McIlroy, le colocaban con tres hoyos de ventaja y sólo cuatro jugados. Pero esto no había hecho más que empezar.
La clave del match estuvo en el hoyo 5, cuando McIlroy se encontraba en situación de como máximo salvar el par y Westwood pensó que era el momento de asestar ”la estocada definitiva “. Y se equivocó. Jugó al birdie en una situación que no era la idónea, en vez de asegurar el par y esperar el fallo del norirlandés. Su aproach no fue bueno, y el que terminó con bogey fue él, mientras McIlroy salvaba el par. Ahí estuvo el punto de inflexión del partido.
Rory McIlroy se creció, mientras que Lee Westwood no fue capaz de levantarse. Tras colocarse all square en el hoyo 8, tres birdies en los hoyos 9, 12 y 13 del norirlandés, sin respuesta alguna por parte de Westwood, situaron a McIlroy con una ventaja de tres hoyos.
Lee se vio obligado a ir a por todas en el hoyo 17, pero falló cen el segundo golpe. Ahí se acabó la oposición del inglés, y alcanzó su grado máximo la lucha por obtener el número 1 del mundo por parte de McIlroy. Ya sólo le queda un paso.