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El Real Madrid arrolla al Fenerbahce en el segundo cuarto y jugará su tercera final de Euroliga consecutiva

Tercera final consecutiva para los blancos, que buscarán su novena Copa de Europa. Olympiacos será su rival el domingo.

Tercera final consecutiva para los blancos, que buscarán su novena Copa de Europa. Olympiacos será su rival el domingo.
Gustavo Ayón (d) disputa un balón con Bjelica. | EFE

Por tercer año consecutivo, el Real Madrid jugará la final de la Euroliga. Los blancos derrotaron al Fenerbahçe de Zeljko Obradovic en la segunda semifinal por 96-87, merced a un sensacional segundo periodo donde los de Pablo Laso jugaron a un nivel pluscuamperfecto y derrocaron la resistencia del equipo de Estambul.

No fue un inicio nada fácil para los anfitriones. Por raro que pueda parecer, el Palacio de los Deportes parecía estar situado en la capital turca. Las gradas mostraban una neta superioridad de aficionados azules y amarillos, que ensordecían completamente los ánimos de la parroquia local. Tras la primera ventaja turca (2-6), fue Rudy Fernández quien rescató a un Madrid algo atenazado, quizá sorprendido por el ambiente, para darle la primera ventaja (11-8). El duelo entre Ayón y Vesely bajo los aros engrandeció el partido, con ambos demostrando por qué un día estuvieron en la mejor liga del mundo. La exuberancia física del checo permitió a los otomanos, merced a una canasta sobre la bocina de Preldzic, acabar dominando los primeros diez minutos (20-21).

El Madrid entró en ebullición en un segundo cuarto legendario, de los que difícilmente se pueden olvidar. Con Nocioni endureciendo la defensa, y un Gustavo Ayón justificando el por qué el equipo cambió su planificación de la temporada para incorporarle poco antes de que ésta arrancase, dominador en ambos tableros, veloz, activo, y efectivo.

Los americanos levantaron a la grada y al equipo y a partir de ahí todo fue fluir. Sergio Rodríguez lideró una maquinaria perfecta de movimiento de balón y KC Rivers ejerció como el estilete para asestar cuatro latigazos desde el triple a un Fenerbahçe descosido, que ni paraba por dentro a Ayón ni sabía cómo frenar un aluvión excepcional desde el perímetro. En un abrir y cerrar de ojos, la grada turca apenas celebró un triple de Bjeliça porque su equipo había entrado en barrena, viéndose más de veinte puntos por debajo. El segundo periodo, cerrado con un parcial de 35-14, convirtió la final otomana en una quimera. Cuando el Madrid juega así, no hay equipo en Europa que le pueda parar.

Relajación tras el descanso

Pese a que los de Laso volvieron de vestuarios con la misma dinámica, y dos triples rápidos continuaron con el vendaval, llegó a partir de ahí el temido momento de relajación. La final estaba cerca, pero quedaba demasiado como para bajar los brazos. Un parcial de 3-13 puso a los de Obradovic a 16, y la afición otomana volvió a resonar. El entrenador blanco tuvo que recurrir a Nocioni para endurecer desde atrás y al Chacho para dar clarividencia en ataque, y tras los peores minutos del Madrid en el partico, un triple del canario y una asistencia para Ayón de forma consecutiva, permitieron que la renta volviera a los 19 a diez minutos del final, certificado por un colosal tapón del Chapu a Goudelock para cerrar el cuarto.

El último cuarto fue de menor ritmo, plagado de faltas y visitas al tiro libre. Fenerbahçe, lejos de lo que pudiera parecer, no bajó los brazos, como ocurriera con el Barcelona en Milán hace un año, y obligó a los locales a mantener la intensidad casi hasta el final. Los blancos supieron manejar la renta y nunca llegaron a temer por el marcador, forjado en ese segundo cuarto descomunal.

El domingo, tercera final consecutiva para el Real Madrid. Tras caer en Londres y Milán ante Olympiacos y Maccabi, la lección debe haberse aprendido. Tras ver a Spanoulis ajusticiar de nuevo al CSKA, la intensidad deberá ser la máxima. No hay equipo con más fe en Europa que los de El Pireo, pero si el Madrid se asoma a lo mostrado en la semifinal, y olvida los temores del pasado, el domingo está ante su gran oportunidad de los últimos veinte años.


Ficha técnica

Real Madrid, 96 (20+35+21+20): Llull (12), Carroll (7), Rudy Fernández (12), Ayón (18) y Reyes (-) -quinteto inicial-, Rivers (17), Nocioni (12), Maciulis (2), Rodríguez (13), Slaughter (2) y Bourousis (1)
Fenerbahce Ulker, 87 (21+14+24+28): Goudelock (26) Bogdanovic (12), Zoric (6), Vesely (20) y Sipahi (-) -quinteto inicial-, Zisis (2), Bjelica (11), Erden (-), Savas (2), Preldzic (2) y Mahmutoglu (6)

Árbitros: Christodoulou (Grecia), Pukl (Eslovenia) y Lottermoser (Alemania). Eliminaron por faltas a Marcus Slaughter, Felipe Reyes y Nemanja Bjelica
Incidencias: Segunda semifinal de la Final Four de la Euroliga disputada en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid (Barclays Card) ante unos 13.000 espectadores

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