Khabib tiene un reto entre ceja y ceja: desbancar a los luchadores que se mantengan invictos en su carrera. Con McGregor ya lo consiguió hace unas semanas y ahora va a por el multimillonario Floyd Mayweather. Hace unos días Nurmagomedov le propuso el reto a través de la televisión diciéndole: "En la selva sólo puede haber un rey".
El púgil norteamericano aceptó el desafío y propuso como sede la ciudad de Las Vegas, en el Estado de Nevada, pero Khabib se opuso a esa propuesta por varias razones. Primero, porque aún no ha cobrado la bolsa por derrotar a McGregor de manos de la UFC y, segundo, porque lo quiere hacer ante su gente, en Rusia y eso permitiría que su padre estuviese presente durante el combate.
"Hemos tenido una reunión con el secretario general de la Federación Rusa de Boxeo Umar Kremlev y yo. Hemos hablado de la pelea con Mayweather. Queremos que el combate se celebre en Moscú, en el legandario Estadio Luzhniki. Estamos seguros de que reuniremos a 100.000 espectadores y que estableceremos un récord mundial en la venta de PPV –Pay per view–. Y, lo más importante, mi padre estará en la esquina ya que no necesitará un visado para ir a Moscú. Y una pregunta para vosotros, mis seguidores. ¿Crees en mí? o ¿crees que me sacará del ring?", explicaba en su post de Instagram.
En su reunión con el Secretario General de la Federación Rusa de Boxeo, Umar Kremlev, va implícito una recompensa mareante si logra derrotar a Mayweather. Tal es la convicción y el deseo de terminar con el 50-0 de Floyd que en los últimos días se está especulando con la posibilidad de que Mike Tyson sea el preparador personal de Khabib.