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Champions League

La magia nunca se acaba en el Bernabéu: el Real Madrid remonta al City y está en la final (3-1)

Histórica remontada de los blancos, rescatados por Rodrygo con un doblete sobre la bocina. Benzema marcó de penalti en la prórroga.

Histórica remontada de los blancos, rescatados por Rodrygo con un doblete sobre la bocina. Benzema marcó de penalti en la prórroga.
Los jugadores del Real Madrid celebran la clasificación para la final de Champions. | EFE

Increíble pero cierto: el Real Madrid lo ha vuelto a hacer. Eran las 22:45 de la noche y los de Carlo Ancelotti parecían eliminados. El Manchester City se estaba comiendo a los locales con el 5-3 provisional en la eliminatoria tras el gol de Riyad Mahrez. Estaba al caer el segundo de los citizens en el Santiago Bernabéu, parecía mucho más cercano el 0-2 que el 1-1. Dos goles necesitaban los blancos para voltear la situación, el más difícil todavía. Pero volvió a obrarse el milagro. Lo de este equipo es increíble: parecía muerto el Madrid, pero nada más lejos de la realidad.

El Bernabéu volvió a hacer su magia y Rodrygo apareció con dos goles en dos minutos, en el 89’ y el 91’, para mandar el partido a la prórroga. Un período extra —media hora más de sufrimiento— en el que Benzema terminaba por dar la vuelta a la eliminatoria al transformar un penalti de Rúben Dias sobre el propio delantero francés. 3-1, la locura en el coliseo de La Castellana. Quizá habría que cambiarle el nombre al estadio y llamarlo Estadio Hogwarts Santiago Bernabéu. Porque allí hay magia para detener siete trenes. Lo comprobaron el París Saint-Germain y el Chelsea y, aunque el de Pep Guardiola sea un equipazo, también el Manchester City lo ha sufrido en sus carnes.

Un City que estaba siendo superior al Madrid en todos los aspectos —no sólo en el futbolístico y el táctico, sino también incluso en el plano físico— y que se acaba quedando con un palmo de narices. El Madrid sacó su gesta, su garra, su gen ganador, el peso del escudo —llámenlo ustedes como quieran— y, por supuesto, la magia del Bernabéu para terminar sacando billete para la final del día 28 en París.

Allí se medirá al Liverpool de Jürgen Klopp, en lo que será la reedición de la final de Kiev en 2018, con el recuerdo de la chilena de Bale y los regalos de Karius. Esta vez el partido decisivo por la Orejona se disputará a unos 1.200 kilómetros del Bernabéu, pero... ¿por qué no pensar que en Stade de France también habrá magia dentro de tres semanas? Con este Real Madrid todo es posible.

Pintaban bastos en este partido de vuelta, donde el Madrid estaba obligado a remontar el 4-3 adverso de la ida, casi desde el pitido inicial. Pep Guardiola parecía dispuesto a salirse con la suya otra vez en el Bernabéu —seis victorias, una derrota y dos empates en sus visitas al coliseo blanco hasta esta noche—, frente a un Ancelotti que no pudo contar con David Alaba, uno de sus principales puntales en defensa. El central austriaco entró en la convocatoria, lesionado, y al final se quedó sin jugar, como cabía esperar. En su lugar actuó Nacho, que firmó un partido sobresaliente.

El Madrid salió con buena pinta, pero el City, al ritmo de un gran Bernardo Silva, se hizo enseguida con la pelota y no tardó en llegar con peligro a la portería local, aunque el propio Bernardo se topó con un sensacional Courtois, sin lugar a dudas el mejor portero del mundo. En la otra área, Ederson apenas sufría. Un par de aproximaciones de Benzema y otra de Vinicius, pero sin llegar a crear los blancos peligro real.

Los de Guardiola presionaban con intensidad y el Madrid se veía ahogado. Ancelotti había apostado por cuatro centrocampistas, dando entrada en el campo a Fede Valverde en detrimento de Rodrygo, pero ninguno para construir. Sólo algún que otro chispazo de Vini ponía un haz de luz en el madridismo porque Benzema no daba señales de vida. Pintaban bastos en el Bernabéu frente a un rival que volvería a gozar de otra buena oportunidad antes del intermedio, con un disparo lejano de Foden —jugadorazo— bien desviado por Courtois.

Se esperaba reacción local tras el paso por vestuarios y Vini, quién si no, la tuvo al comienzo de la segunda parte. Carvajal encontró espacio por primera vez por el despiste de Cancelo, aunque Benzema no llegó al centro del lateral de Leganés y Vinicius, solo en el segundo palo, la mandó fuera con todo para marcar. El brasileño volvió a aparecer en el siguiente ataque madridista, poniéndole el pase a Modric dentro del área, aunque el croata también perdonó tras un mal control. No había acierto pero el panorama ya había cambiado.

Le vio el City las orejas al lobo, temeroso de que el tiburón blanco pudiera tocar a rebato, y logró llevar el partido a su terreno, enfriando el choque y de paso a un Bernabéu que nunca dejó de animar a los suyos. Ni siquiera cuando Mahrez firmó el primer gol de la noche tras una gran dejada de Bernardo Silva. Era el minuto 73 y la cosa pintaba realmente fea en el Bernabéu.

Parecía que esta vez no habría milagro: el City se veía pidiendo ya billete para París porque estaba más cerca el segundo gol visitante que el empate. Courtois le hizo un paradón a Joao Cancelo, Mendy salvó bajo palos el tanto de Grealish, que hasta perdonó otra ocasión clara a un Real Madrid que parecía hundido. Tres ocasiones muy claras para haber hecho el 0-2 que habría colocado a Guardiola y los suyos en su segunda final consecutiva.

Pero la magia volvió a aparecer en el Bernabéu: en sólo dos minutos, Rodrygo lanzó dos zarpazos para la historia, apareciendo con hambre al pase de Karim y cabeceando a la escuadra un centro de Carvajal. De nuevo aparecía el brasileño, salvador ante el Chelsea y en plena racha goleadora, dejando otro momento imborrable para el madridismo en un abrir y cerrar de ojos. 2-1 y a la prórroga. Una eliminatoria nueva.

Un ese tiempo extra apareció Benzema, el killer de esta Champions. Rubén Dias llegó tarde ante el francés dentro del área y cometió penalti. No perdonó el francés, el milagro ya era realidad. Guardiola recurrió a Sterling buscando escapar de la pesadilla pero era el momento de sufrir de su propia medicina.

El Real Madrid llevó el partido a su terreno, dejó pasar los minutos y Courtois salvó con su habitual parada salvadora el tanto, en un remate de Fernandinho solo en el segundo palo, que habría provocado los penaltis. Los blancos acabaron con Camavinga —grandísimo fichaje el del francés—, Vallejo, Ceballos, Lucas Vázquez.... y, sobre todo, con el billete para la final en el bolsillo. París bien vale una noche de sufrimiento. De sufrimiento y de magia. Mucha, a raudales. El Madrid sigue agrandando su leyenda y está un poco más cerca de la Decimocuarta, con permiso del Liverpool.


Ficha técnica

Real Madrid, 3: Courtois; Carvajal, Militao (Vallejo, m.116), Nacho, Mendy; Casemiro (Camavinga, m.75), Kroos (Rodrygo, m.68), Modric (Marco Asensio, m.75), Fede Valverde; Vinícius (Lucas Vázquez, m.116) y Benzema (Ceballos, m.104)
Manchester City, 1: Ederson; Walker (Zinchenko, m.72), Rubén Dias, Laporte, Joao Cancelo; Bernardo, Rodri (Sterling, m.99), De Bruyne (Gundogan, m.72); Mahrez (Fernandinho, m.85), Gabriel Jesús (Grealish, m.78) y Foden

Goles: 0-1, m.73: Mahrez; 1-1, m.89: Rodrygo; 2-1, m.91: Rodrygo; 3-1, m.95: Benzema de penalti
Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Modric (m.8), Carvajal (m.65) y Fede Valverde (m.95), del Real Madrid; y a Laporte (m.8), Sterling (m.101) y Zinchenko (m.113), del Manchester City
Incidencias: Partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante la presencia de 63.500 espectadores

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