Menú

Champions League

El Real Madrid empata con el Leipzig y avanza a cuartos con sufrimiento (1-1)

Mal partido de los blancos, que logran salvar los muebles. El plan de Ancelotti hizo aguas pero los jugadores tampoco estuvieron a la altura.

Mal partido de los blancos, que logran salvar los muebles. El plan de Ancelotti hizo aguas pero los jugadores tampoco estuvieron a la altura.
Vinícius celebra su gol contra el Leipzig en el Bernabéu. | EFE

Podría haber sido una noche feliz en cuanto el juego, el día en el que el Real Madrid ha cumplido 122 años... pero nada más lejos de la realidad. Sí en cuanto el resultado, pues consigue el objetivo de clasificarse para cuartos de la Champions, pero las sensaciones han sido nefastas. Enfrente tuvieron los blancos a un gran Leipzig que ha sido mejor y gozó de más ocasiones. Suerte para el equipo de Ancelotti que se encontró con el gol de Vinícius en el 65’, pero los alemanes lograron igualar la contienda tres minutos después, por medio de Orbán, y metieron el miedo en el cuerpo al 14 veces campeón de Europa, que ha sufrido como (casi) nunca para pasar como siempre.

El comentario en el Bernabéu era generalizado: menos mal que era el Leipzig —con todos los respetos a un muy buen equipo— y no el Manchester City, Bayern o Paris Saint-Germain porque, quizá, otro gallo habría cantado. El equipo de Marco Rose, muy bien trabajado y con jugadores talentosos como Xavi Simons y Dani Olmo, adoleció de la falta de puntería de sus delanteros, Openda y Sesko, después de haber gozado de buenas ocasiones para marcar. Si enfrente hubieran estado los Mbappé, Haaland, Harry Kane y compañía, a buen seguro que la película habría sido distinta.

El partido lo empezó a perder Carlo Ancelotti con su alineación, extraña cuando menos, dejando como único hombre en punta a Vinícius por delante de cuatro centrocampistas. Rodrygo fue el sacrificado y, cuando salió en la segunda parte, le cambió algo la cara al equipo, pero tampoco lo suficiente ante un Leipzig que seguía siendo superior. El plan de Carletto naufragó y el conjunto de la Bundesliga, que no tardó en salir con el cuchillo entre los dientes, lo aprovechó para llevar cada vez mayor peligro sobre la portería de Lunin. Openda fue el primero en avisar con dos peligrosos disparos que se marcharon algo desviados.

El Madrid estaba dormido. Pasaban los minutos y el equipo seguía sin dar con la tecla. La falta de actitud desesperó al Bernabéu, donde el runrún era cada vez mayor. Jugaban con fuego los futbolistas blancos, quizá demasiado conformistas tras el 0-1 de la ida, merced a una genialidad de Brahim. Muy contemplativos los locales sin balón y carentes de ideas con él en su poder. El Leipzig, erre que erre: Sesko mandó al cuerpo de Lunin un mano a mano que no valió por fuera de juego.

Por parte del Madrid, un remate estéril por encima del larguero de Vinícius a centro lateral de Tchouaméni... y poco más que rascar. Bellingham cazó un buen envío profundo de Valverde en la derecha, pero se topó con un Orbán que interceptó su remate. De hecho, antes del descanso, la mejor ocasión fue para los germanos con un nuevo remate de Openda a la salida de un córner: disparó potente pero el esférico se fue arriba.

El Leipzig siguió metiendo el miedo en el cuerpo

El Bernabéu, con la mosca tras la oreja, pitó a los suyos al intermedio y, a la vuelta de vestuarios, Ancelotti reaccionó metiendo en el campo a Rodrygo por un Camavinga bastante desentonado. Pero el Leipzig, a lo suyo, volvió a meter miedo al Bernabéu, con Lunin fallando en su salida: suerte para él que Openda perdió la pelota en el control, escorado, y el enmendó su error atrapando la pelota con las manos.

Los jugadores blancos estaban desesperados y especialmente Vinícius Júnior, que propinó un empujón sin ton ni son a Orbán sin balón: el brasileño jugó con fuego, pero la tarjeta se quedó en amarilla y no roja. No sólo jugaba con fuego Vini, sino todo el equipo, con una falta de actitud alarmante, permitiendo que los alemanes cruzaran líneas casi sin oposición. Pero llegó entonces el gol de Vinícius, que nació de un robo de Kroos en la frontal. El alemán jugó con Bellingham y éste con el 7 blanco, que dentro del área no perdonó ante Gulacsi. Gran definición del carioca para llevar la tranquilidad al Bernabéu.

Una tranquilidad momentánea porque el Leipzig empató sólo tres minutos después, encontrando el premio a su superioridad. Centro de Raum desde la izquierda para poner el balón en la cabeza de Orbán: el capitán de los visitantes, ganando a Nacho en el salto, sorprendió a Lunin con un certero testarazo.

Volvió el runrún a la grada y partido se volvió más abierto y eléctrico. El Madrid, ya con Modric en el campo por Kroos —flojo partido del alemán, pese a ser quien inició la jugada del 1-0 provisional—, llegaba al área de Gulacsi con Rodrygo como protagonista. Pero fue un espejismo porque el Leipzig, tocando a rebato, volvía a merodear el área de Lunin y tuvo ocasiones para haber empatado, especialmente con un remate de Dani Olmo al larguero, en su intento de vaselina, ya en el tiempo de descuento. El partido pedía a gritos la entrada de Brahim, para dar más frescura al ataque blanco, pero el hispano-marroquí se quedó sin jugar un solo minuto.

Al final el Madrid cumplió el objetivo, pero las sensaciones han sido muy malas. Con esta pinta se antoja francamente difícil que pueda ganar la Champions. O igual no tanto, que con este equipo nunca se sabe...


Ficha técnica

Real Madrid, 1: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Tchoauméni, Camavinga (Rodrygo, m.46), Kroos (Modric, m.78), Fede Valverde; Bellingham (Joselu, m.85) y Vinícius.
Leipzig, 1: Gulacsi; Henrichs, Orbán, Lukeba, Raum; Haidara (Kampl, m.90), Schlager (Elmas, m.85); Dani Olmo, Xavi Simons; Openda (Poulsen, m.77) y Sesko (Baumgartner, m.85)

Goles: 1-0, m.65: Vinícius; 1-1, m.68: Orbán
Árbitro: Davide Massa (Italia). Amonestó a Vinícius (54), Tchouaméni (73) y Kroos (75), del Real Madrid; y a Schlager (20), Raum (59) y Orbán (71), del Leipzig
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 76.126 espectadores. Por primera vez en competición europea el estadio del Real Madrid estuvo techado

Temas

0
comentarios