Un inicio muy igualado con un sobresaliente Kaukenas en el lado madridista (autor de los siete primeros puntos de los de Messina) y un Baskonia buscando correr en cada ataque no hacía preveer el desenlace final del encuentro.
Seguramente con el brasileño Splitter sobre el piso del BEC la historia habría cambiado, pero no ha sido así, y tras un primer cuarto que ha finalizado con el Baskonia un punto por encima (18-17), Lavrinovic ha empezado a sacar ventaja de su superioridad ante los hombres altos del Caja Laboral, y con un parcial de 12-0, ocho de los puntos obra del lituano, el equipo entrenado por Éttore Messina ha roto el encuentro ante el vigente campeón, que a partir de ese momento ha ido todo el encuentro a remolque, llegando al descanso con un 27 a 38 para el Madrid.
Esta vez el Real no ha necesitado de la aportación de Marko Jaric, prácticamente desapercibido durante el encuentro, entre otras cosas porque en la segunda mitad Lavrinovic (máximo anotador del encuentro con 21 puntos) ha continuado con su recital particular tanto dentro como fuera de la pintura. Ayudado por Kaukenas, que con un triple ha puesto fin al choque (36-52) a falta de un cuarto de hora de juego. A partir de ese momento la precipitación se ha apoderado del conjunto de Dusko Ivanovic, y tan sólo el descaro de Pau Ribas ha permitido atisbar algún tipo de esperanza para los vitorianos, pero la experiencia de los Hansen, Prigioni y compañía ha resultado decisiva en la eliminatoria. El club presidido por Josean Querejeta ha terminado tirando el partido para llegar al resultado final de 50 –78. Con la victoria del Madrid se reeditará la final de Málaga en la edición del 2007 que acabó decantándose claramente por el lado azulgrana.