El arrojo del que España careció el día del partido contra Croacia, en el que no tenía demasiado claro si ir desde el principio a por la victoria o cederle la iniciativa al rival, sí lo tuvo sin embargo desde el minuto uno ante Francia, un equipo en teoría bastante más peligroso. Claro que nunca podremos saber si la decisión de nuestra selección fue fruto del puro convencimiento, de la falta de decisión de Laurent Blanc, quien, buscando precisamente frenar a la vigente campeona mundial y de Europa mudó de estilo y optó por dejar a Nasri y Menez en el banquillo, o de ambas. En los 45 minutos sin duda más brillantes del equipo nacional en esta Eurocopa 2012 España tuvo el balón, buscó las bandas y se dedicó en cuerpo y alma a la cocción futbolística de Francia en su propio jugo. Ya digo que la selección la tenía todo el rato y, fruto de la posesión más la velocidad, llegó el gol de Xabi Alonso en el día en que cumplía 100 partidos con España.

Del Bosque siguió jugando exactamente a lo mismo en la segunda parte pero, viéndose fuera de la competición, Blanc hizo de la necesidad una virtud estratégica y decidió dar entrada de una tacada a los referidos anteriormente Nasri y Menez, recuperando también ese estilo que Wenger echó en falta nada más conocer el once inicial de los bleus. Al final voy a terminar creyendo que el plan del seleccionador consiste en tenerla, tener y tenerla, aunque sea sin profundidad, buscando la desesperación y el ansia de sus contrincantes porque, coincidiendo casi exactamente con los cambios galos llegaron también las sustituciones en España y Vicente dio entrada a Pedro por Silva y a Torres por Fábregas. Blanc puso toda la carne en el asador metiendo a Giroud por M'Vila, pero España, fiel a la partitura original en la que está claro que Del Bosque confía ciegamente, la seguía teniendo.

Y así casi hasta el final, cuando Rizzoli decidió, esta vez sí, pitar un penalti tan claro sobre Pedro como el cometido sobre Cesc en la primera parte. En un partido duro, trabado y sufrido, como no podía ser menos en unos cuartos de final de una competición de estas características, Del Bosque superó la prueba del 9 ante un equipo muy bueno pero en cualquiera de los casos inferior al nuestro. Fue una victoria merecida, justa y largamente deseada ante un equipo al que se le tenían muchas ganas y desde hacía muchísimo tiempo. En semifinales espera Portugal y en la final presumiblemente Alemania, la única selección que, según yo lo veo, está en condiciones de competir de tú a tú con España. Espero ansioso a los guiñoles del lunes que viene. Felicidades.