Jamás he dicho que Neymar sea malo, me fío del criterio de colegas de profesión que saben mucho más que yo y me aseguran insistentemente en que es un verdadero crack. No digo que Neymar sea malo sino que Agüero es (para el Real Madrid, desafortunadamente, ya era) mejor opción porque mientras que el brasileño es una aventura y, como con los melones, no hay modo de saber si saldrá dulce hasta calarlo, el argentino es un futbolista hecho, maduro, un jugador al que ya corrigió en su día Javier Aguirre y que ha demostrado su competitividad en una Liga tan potente como la española. He visto el golazo que Neymar le marcó al Flamengo, pero una cosa es jugar allí y otra distinta hacerlo aquí. Por cierto que el cuento chino del "nuevo Pelé" me lo conozco de memoria.

No digo que Neymar sea malo, lo que digo es que el Real Madrid Club de Fútbol no puede estar pendiente de lo que decida o deje de decidir un criajo con acné, lo que digo es que el Real Madrid Club de Fútbol no puede consentir que un chavalín por el que va a pagar 45 millones de eurazos no se incorpore inmediatamente y lo que digo es que si en su día se fijó una cantidad determinada de dinero no se puede estar bailando el Forró cada dos por tres. Y, ya puestos, lo que digo también es que el tal Pedro Luiz Nunes Conceiçao no es quién para opinar sobre lo que el Real Madrid Club de Fútbol gasta o deja de gastar en otros jugadores: alguien, no sé si José Angel Sánchez o quién, debería haber puesto ya a estas horas en su sitio a este caballerete.

Yo no digo que Neymar sea malo porque afirmar semejante cosa de un titular fijo de Brasil sería tanto como reconocer que tengo un serio problema, pero sí digo que, después de tirarnos dos meses hablando de la opción de Agüero, el fichaje del brasileño no evitará el "plof" de la afición del Madrid. Ojalá que venga Neymar y se salga del mapa y no sólo demuestre que es el nuevo Pelé sino que Pelé mismo era un jugador del montón comparado con él, pero hoy, ahora mismo, en este preciso instante, lo que excitaba a los merengues era ver cómo Florentino Pérez le ponía la camiseta blanca al Kun. Y, para rematar este asunto, digo que la percepción que se tiene es que mientras Sergio Agüero soñaba día y noche con fichar por el Real, a Neymar le da igual ir al Madrid que al Aconcagua de vacaciones. Todo eso, y no otra cosa distinta, es lo que yo digo.