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El penúltimo raulista vivo

Iker

Despedirse nunca es sencillo. Intuyo que admitir que uno ya no es el mejor tampoco debe serlo. Una de las despedidas más duras, y que tan bien supo captar Sam Wood en su magnífica El orgullo de los Yankees, fue probablemente la de Lou Gehrig. El 4 de julio de 1939, y con el Yankee Stadium rendido a sus pies, el Caballo de hierro, afectado ya por la esclerosis lateral amiotrófica, que aún hoy sigue siendo conocida como la "enfermedad de Gherig", agarró por sorpresa el micrófono y pronunció el discurso de despedida más memorable de la historia: "Amigos, las dos últimas semanas han estado leyendo acerca de la mala suerte que tengo. Sin embargo, hoy me considero el hombre más afortunado sobre la faz de la tierra". Dos años después, el 2 de junio de 1941, Henri Louis "Lou" Gherig murió y sus restos reposan en el cementerio Kensico de Valhalla, en el condado de Winchester, Nueva York.

Ayer oí de todo acerca de la despedida de Iker Casillas, que hoy sabemos que no será la definitiva. Y todo lo que oí, y hoy leo, tiene un objetivo común: desacreditar al Real Madrid. El nuevo mantra es el de que el club blanco no sabe despedir a sus estrellas como es debido. Pero si Casillas estuvo ayer solo fue porque él mismo lo pidió: ¿Debería acaso el Real Madrid haber obligado a Iker a estar acompañado en contra de su voluntad?... No lo creo. Si Iker estuvo ayer solo y no, como estaba inicialmente previsto, rodeado por todos sus compañeros fue porque el equipo volaba hacia Australia, que no es Jaén, y porque el acuerdo se cerró, luego se rompió, después volvió a cerrarse, volvió a romperse y al final se arregló en el último minuto del partido y cuando la plantilla tenía pie y medio en las escalerillas del avión: ¿Tendría que haber retrasado el Real Madrid su pretemporada porque la fiscalidad tuvo a unos y a otros enfangados hasta el último segundo?... No lo creo.

Ayer oí muchas críticas dirigidas hacia Florentino Pérez por haber dejado solo a Casillas. Y quienes criticaban al club por haber carecido de ese mínimo de sensibilidad imprescindible con quien ha vestido esa camiseta durante un cuarto de siglo y lo ha ganado todo varias veces eran los mismos que explicaban luego que Iker había pedido acudir solo a ese acto. A ojos de esos periodistas, la soledad dominical de Casillas ya no podrá repararla ningún homenaje posterior porque además esa soledad... les viene bien para su objetivo, que no es otro que descabalgar de la presidencia a su actual inquilino para pasar a dirigir el club... como antaño. Y así lo confiesa Alfredo Relaño en su artículo de hoy mismo en el diario As: "Casillas se despidió ayer del madridismo en un emotivo, sencillo y bien medido acto, en el que compareció solo. Lo preferí así". Ojo que Relaño no dice que Casillas lo prefirió así, que es lo que pasó, sino que él lo prefirió así.

Twitter es fantástico y desagradable al mismo tiempo. Esta red social lleva siendo especialmente cruel con Iker Casillas desde hace demasiado tiempo. No seré yo quien abone el odio escupido cobardemente a la cara de alguien que me ha hecho disfrutar tanto y durante tanto tiempo. Tampoco opinaré de lo dicho por los padres del jugador. Entre las leyes universales que gobiernan el cosmos se encuentra la de que una madre defenderá siempre y bajo cualquier circunstancia a sus hijos. La verdad sobre Casillas debe encontrarse en ese punto intermedio entre quienes aseguran haberle visto multiplicando panes y peces y aquellos que le acusan de haber disparado contra JFK. Yo repetiré lo que ya dije o escribí aquí mismo, y es lo siguiente:

1) Iker, que fue el mejor portero del mundo, ya no lo es desde hace tres años.

2) Iker, que fue un jugador espectacular, no fue sin embargo un buen capitán y no supo estar a la altura de las circunstancias cuando silbaban las balas contra su club... y contra su entrenador.

3) Ni el Real Madrid ni Iker podían permitirse el bochornoso lujo de tener a un futbolista de su dimensión en el banquillo, menos aún en la grada. Había que darle cuanto antes una salida razonable a una situación compleja y que no me cabe la manor duda de que habría sido nuevamente utilizada contra el club por aquellos que hoy se alegran de que Casillas apareciese ayer solo en la rueda de prensa.

4) Con el tiempo nos daremos cuenta de lo generoso que ha sido el Real Madrid con Casillas. Joan Collet, presidente del Espanyol, se llevó hace dos días las manos a la cabeza tras recibir una oferta de 4 millones de euros por Casilla, un jugador que todavía no ha ganado nada; el Oporto pagará uno más, o sea 5, por Casillas, un jugador que lo ha ganado todo. La ley de la oferta y la demanda.

5) Aquí hay tres barricadas: casillistas, anticasillistas e inventores de la objetividad. A mí, aunque en contra de mi voluntad, han querido introducirme en la segunda, pero yo estoy en otra barricada, la de los casillistas que creen en la autonomía de un entrenador para adoptar sus propias decisiones con independencia profesional y honestidad personal. Es posible que, como ayer Iker, yo esté solo en esa barricada. Pero soy mourinhista, me encuentro cómodo estando solo.

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