Preguntado Emmanuel-Joseph Sieyès, político, eclesiástico, ensayista y académico francés, sobre a qué se dedicó como miembro de la Convención durante los Años del Terror teniendo sobre todo en cuenta su clamoroso y significativo silencio durante todo ese tiempo, éste respondió lo siguiente: "J'ai vécu", "he vivido". Efectivamente Sieyès vivió para contarlo mientras que a su alrededor rodaban una tras otra las cabezas de Danton, Desmoulins, Robespierre, Luis XVI o Maria Antonieta de Austria entre otros ilustres personajes. El Conde de Sieyès no era ni mucho menos un cualquiera, no en vano había sido uno de los teóricos de las constituciones de la Revolución francesa y de la era napoleónica, y sin embargo tuvo claro desde el principio cuándo debía mantener la boca cerrada para que no le entraran moscas. Y no le entraron. Calló... y vivió, a eso se dedicó durante los Años del Terror.
No seré yo quien juzgue por supuesto a Sieyès, del mismo modo que tampoco se me ocurrirá juzgar a Iniesta, que tampoco es un don nadie dentro del vestuario del Barça. Pero mientras que las palabras del académico francés ("He vivido") tienen al mismo tiempo un toque de cinismo, autocrítica y genialidad, y resumen a la perfección la época a la que se refieren, las de Andrés al afirmar sin rubor que "un posible mal partido de Leo Messi es el mejor partido de cualquier otro jugador" me suenan a una sumisión que hace saltar de nuevo todas las alarmas y que no casa nada bien con el tipo de jugador al que nos estamos refiriendo, uno de los mejores del mundo, el futbolista que marcó el gol de España en la final del Mundial de Sudáfrica. "Un posible mal partido de Messi", ¡qué cosas!...
Si Iniesta, que está llamado a liderar las operaciones cuando Messi no esté bien, dice lo que dice del argentino, ¡cómo estará el resto del vestuario!... Andrés no ha estado a la altura de su propio mito, del que todos admiramos y queremos, y con ese exceso verbal se ha convertido en otro lacayo de Leo. Las palabras de Iniesta, desmedidas, exageradas, absolutamente fuera de tono, corroboran que, una temporada más, el plan B del Barça sigue siendo su plan A, y el plan A se reduce a Leo Messi. Y encima a Andrés, que no es un becario precisamente, no le hace ninguna falta. Quién sabe si, dentro de muchos años, cuando a Iniesta le pregunten por estas palabras, dirá lo mismo que dijo Sieyès: "J'ai vécu". Esa parece seguir siendo hoy por hoy la consigna en un vestuario que tiene un líder omnímodo y al que, según parece, hay que rendir pleitesía... para sobrevivir.