Supongo que 2009 habrá sido un buen año para los antiraulistas y, aunque por motivos bien distintos, también para los antimadridistas. Pellegrini dice que para él es "titularísimo" y Del Bosque no se cansa de repetir que es un jugador seleccionable más, pero el caso es que Raúl ya ni siquiera entra en las rotaciones con el chileno y ha pasado a ser un fijo del banquillo, mientras que el actual seleccionador ni le ha convocado nunca ni le convocará jamás: la última vez que Vicente habló de este asunto se refirió a la "herencia" de su antecesor en el cargo, faltando al respeto al futbolista y ofendiendo la inteligencia de quienes hemos defendido a Del Bosque justamente por tener iniciativa propia y querer llevar a la práctica sus ideas. De Pellegrini, que al fin y al cabo es un recién llegado, se puede esperar cualquier cosa, incluso que mienta, pero yo no me lo esperaba de Vicente del Bosque.

Decía que 2009 habrá sido un buen año para los antiraulistas porque, por fin, después de una batalla encarnizada, han logrado el sueño que perseguían desde hacía tanto tiempo. Es posible que ahora se pase a una segunda fase y que quienes llevaban un lustro deseando ver a Raúl dándole sombra al botijo traten de sacarlo del estadio Santiago Bernabéu a puntapiés y por la puerta de atrás. Daba por hecho que los antimadridistas tenían que ser a la fuerza antiraulistas pero lo que me ha pillado fuera de juego y con el paso cambiado ha sido comprobar la animadversión que muchos socios o aficionados del Real Madrid sentían hacia el capitán de su equipo. Los raulistas, cada vez menos por cierto, hemos luchado y seguiremos haciéndolo para que a uno de los dos o tres mejores futbolistas españoles de toda la historia no se le falte al respeto ni se le humille, aunque esta Hidra tiene tantas o más cabezas que la de Lerna y la pelea es desigual; alguien ponía aquí mismo el otro día un enlace en el que un fulano llamaba a Raúl "patacojo" o algo parecido. Increíble.

Muchas veces digo que los periodistas deportivos españoles no podemos exigir respeto a los demás cuando resulta que no nos respetamos a nosotros mismos. Todos los días se publican chascarrillos sin fundamento con los que rellenar páginas y más páginas, y nunca pasa nada; lo último, la extensísima lista de jugadores que el Real iba a fichar en el mercado de invierno. Al madridismo cabe aplicarle la misma medicina. ¿Cómo va a respetar un aficionado del Barcelona o del Milan a un club que cuenta entre sus seguidores con una facción que se dedica a vejar a uno de los jugadores más importantes de su historia?... Raúl, que ya tiene 32 años, ha asumido con naturalidad su nuevo papel dentro del equipo. Por cierto que de entre el grupo de loros se desmarcó uno especial de agapornis pitonisos para augurar que el 7 daría muchísimos problemas al club si alguien osaba sentarle en el banquillo. Pellegrini, un chileno que lleva aquí seis meses, osó, sin que hasta la fecha se sepa que haya corrido peligro su integridad física. El madridismo deberá buscarse ahora un nuevo referente sobre el campo, quizás Casillas, y de paso a otro jugador al que sacudir con la fusta: Marcelo tiene muchas papeletas.