Vettel está en apuros. La FIA podría aplicarle una durísima sanción por su impetuosa y polémica acción contra Lewis Hamilton en plena carrera del Gran Premio de Azerbaiyán. La FIA que preside el francés Jean Todt estudia, a través del Tribunal Internacional de este organismo, sancionar al piloto teutón por este hecho y teniendo en consideración algunos precedentes en los que fue advertido y no sancionado.
La FIA está pensando en citar a Vettel ante el Tribunal y adoptar medidas disciplinarias contra el piloto de Ferrari, que ya fue penalizado en carrera con una parada en boxes de 10 segundos aunque muchos integrantes del paddock lo consideraron una auténtica broma de sanción.
Lo peor para Vettel es que la FIA considera que con el alemán llueve sobre mojado. ¿El precedente? El Gran Premio de México en 2016, donde la FIA fue indulgente con un Sebastian que dedicó graves insultos al director de Carrera de la FIA, Charlie Whiting. "¡Esto es para Charlie: vete a la mierda, vete a la mierda!".
En aquella ocasión, la FIA decidió perdonar a Vettel por mostrar arrepentimiento inmediatamente después del incidente a través de dos cartas al presidente de la FIA y a Charlie Whiting en las que se disculpaba profundamente por sus acciones.
Menos de ocho meses después de aquel lamentable incidente, Vettel se juega la temporada. La FIA, está vez, no será tan blanda. Tiemblan Sebastian y Ferrari. La ilusión de luchar por el Mundial podría terminar en prematuras lágrimas.
Precedente peligroso para Vettel
En 1997, Jacques Villeneuve (Williams-Renault) y Michael Schumacher(Ferrari) llegaban al GP de Europa con el título de pilotos en el aire. Schumacher tenía un total de 78 puntos, por 77 de Villeneuve. Las siete victorias del canadiense no fueron suficientes para compensar sus cinco abandonos, mientras que la mayor regularidad de Schumacher, con cinco triunfos y tres retiradas, le valían para llegar líder de la clasificación a esta última carrera. Aunque lo que realmente había apretado la clasificación de cara al GP de Europa fue la descalificación de Villeneuve en la prueba precedente, el GP de Japón, tras la cual, el de Williams había perdido los nueve puntos de ventaja que tenía sobre Schumacher.
A 21 vueltas del final, Villeneuve atacó a Schumacher, cogió el interior de la curva y, cuando ya tenía la posición ganada, el alemán se cerró chocando contra el Williams en busca de la retirada de ambos (como ya hizo en 1994 con Damon Hill). El Ferrari de Schumacher quedó atascado en la escapatoria mientras que Villenevue siguió en pista. Aquel resultado le convertía en campeón logrando el título que su padre, Gilles Villeneuve, nunca pudo alcanzar.
Aquel Gran Premio de Europa de 1997 fue ganado por Mikka Häkkinen (primera de las 20 victorias de su carrera), mientras que el tercer puesto y cuatro puntos de Villeneuve fueron suficientes para firmar su primer título de campeón del Mundo de F1.
La maniobra de Schumacher fue analizada por el Consejo Mundial de la FIA a posteriori determinando la exclusión del alemán del campeonato e incluso planteando la retirada de su superlicencia de piloto. Aunque, finalmente, no hubo ninguna sanción de cara a la siguiente temporada, la de 1998.