Los primeros test de pretemporada de Fórmula Uno, realizados la semana pasada en el circuito de Montmeló, apenas sirvieron para extraer conclusiones debido al mal tiempo —incluso nevó uno de los cuatro días de entrenamientos—, aunque sí hay de momento una, y muy clara: Mercedes tiene por ahora el mejor coche de la parrilla.
En la cuarta jornada de ensayos, el Mercedes W09 de Lewis Hamilton firmó un registro impresionante de 1:19.333, siendo medio segundo más rápido que el MCL33 del belga Stoffel Vandoorne, compañero de Fernando Alonso en McLaren esta temporada.
Alonso y Carlos Sainz (Renault) terminaron en quinta y sexta posición, a más de un segundo y medio del británico.
Times and lap counts from a very productive Thursday at @Circuitcat_eng
Almost the entire field got a feel for the conditions 💪#F1 #F1Testing pic.twitter.com/BFUSkd0j2Z
— Formula 1 (@F1) March 1, 2018
Lo cierto es que Mercedes vuelve a tener el mejor coche de la parrilla. Más allá de su espectacular aerodinámica y de un chasis a la altura de los mejores, en la escudería anglo-germana han construido un nuevo motor, mejor que el anterior y que llega a los mil caballos de potencia. Teniendo en cuenta la mejora en el apartado eléctrico con un máximo de 163 caballos, se estima que el motor de combustión llegue al menos a los 837 para completar los mil que prometían en la escudería y que parecen haber alcanzado, según informa el diario As.
Y es que, debido a la extraordinaria ventaja que tenían estos años, en Mercedes han podido seguir investigando durante el año para construir ese propulsor. Así lo explicaba en su día el máximo responsable de esa unidad de potencia, el ingeniero británico Andy Cowell: "Cuando llega el momento de fabricar el siguiente concepto tienes una gran cantidad de ideas interesantes: progreso en la combustión, reducción de la fricción, nuevos materiales que desbloquean áreas en los que la fiabilidad ha podido fallar….y luego está la sorpresa, ese momento en el que descubres algo que te da algún caballo más, un extra, aunque estuvieras mirando en otra dirección".
Así, en Mercedes han conseguido disminuir la fricción entre pistones y, con ello, el consumo de combustible y de aceite. De esa forma se puede aumentar la potencia disponible, algo vital en la actual Fórmula Uno con el límite de flujo restringido. Además se evita el desgaste de las piezas del motor, en un año en el que el límite es de tres unidades por temporada.
Para conseguirlo en Mercedes disponen de la más alta tecnología, tal y como explicaba Cowell: "Necesitas un gran banco de pruebas, con sensores que funcionen muy bien y una buena metodología para detectar las ganancias reales".
Es decir, en la escudería campeona del mundo han construido un coche todavía mejor que el del año pasado —al menos por lo visto en estos primeros ensayos—, con lo que amenazan seguir prolongando su tiranía en el Mundial.
Y es que el resto de rivales están a verlas venir: Ferrari espera a la segunda semana para saber si toda su evolución sirve para plantar cara a Mercedes, mientras que Red Bull ya exige más potencia a Renault, que a su vez busca fiabilidad, y McLaren está dispuesta a sacrificar un cuarto motor pese a la posible sanción por más rendimiento.
Esta semana, desde el martes y hasta el viernes, segundos test de pretemporada, en el mismo escenario de Montmeló, que esperemos puedan aportar más conclusiones.