Andreas Seidl, jefe de la escudería McLaren, ha dejado claro que no aceptará piques entre los dos pilotos del equipo. De esta manera, busca que el choque que hubo entre los dos pilotos de Ferrari, Sebastian Vettel y Charles Leclerc, en el último Gran Premio de Estiria —disputado el pasado fin de semana en el circuito austriaco de Red Bull Ring (Spielberg) y en el que se impuso el inglés Lewis Hamilton (Mercedes)— no se reproduzca también en las filas de la escudería inglesa.
Entiende Seidl que tanto Carlos Sainz como Lando Norris son competitivos. Pero espera que esa competitividad no haga que el ego de alguno de ellos "obstaculice los intereses del equipo". "Me lo tomaría como algo personal", dice el jefe de McLaren.
Desde la escudería británica celebran el buen comienzo de sus pilotos y señalan que se les permite competir libremente y sin interferir como equipo. "Siempre y cuando no haya una razón clara" por estrategias o diferente rendimiento del coche, como matiza el propio Andreas.
Sin embargo, la relación entre Sainz y Norris es bastante buena, por lo que se hace complicado pensar que pueda haber un pique entre ambos. Pero Seidl no quiere pecar de ingenuo y, por si acaso, avisa dejando bien claro que por delante de todo está el interés del equipo McLaren.