La selección española busca el primer triunfo de su historia en Helsinki, ciudad que visita por tercera vez y donde nunca ganó, y eliminar de su memoria el traspié ante Finlandia con el empate en El Molinón, para dar un paso de gigante al Mundial 2014, a falta de los dos últimos partidos como local.
El partido de Gijón es un referente en el que ha insistido Vicente del Bosque a sus jugadores. Un caso a evitar. El ejemplo de un partido que domina España de inicio a fin ante un rival que por respeto cambia su identidad, se encierra en su terreno y se limita a defender, frente al que no se aprovechan las ocasiones y que te acaba sorprendiendo con una contra.
En Helsinki debe ganar para acercarse al Mundial, antes de cerrar la clasificación con dos compromisos de local ante Bielorrusia, en Mallorca, y Georgia, en Albacete.
Y lo debe hacer con bajas importantes en su equipo titular. No estará Gerard Piqué, por sanción, y dejará su puesto a Raúl Albiol. Y el medio centro sufre una plaga de lesiones con Xabi Alonso, Sergio Busquets, Javi Martínez y Thiago Alcántara, que provocan que Mario Suárez sea el elegido en su segundo partido como internacional absoluto.