Las desgracias nunca vienen solas. La vuelta del Real Valladolid a Primera está siendo más accidentada de lo esperado. Los de Pucela, envueltos en rumores para un cambio de dueño, se habla de que Ronaldo Nazario ultima la compra del conjunto albivioleta con el actual propietario, Carlos Suárez, está siendo noticia en el arranque de este curso 18/19 por temas extradeportivos.
El pasado sábado, el lamentable estado del césped, recién plantado en el Nuevo Zorrilla, dio la vuelta al mundo. Malas decisiones, como cambiar primero el césped de los Anexos, dejando muy para el final el cambio total del verde Zorrilla, incluido el sistema de drenajes completo que no se tocaba desde la inauguración del estadio allá por 1982, complicaciones como el robo de gasóleo de los camiones que transportaban los tepes... Todo salió mal y el partido ante el Barcelona fue un bochorno mundial que pagaron los futbolistas de ambos equipos.
Como si de una maldición se tratara, este martes Zorrilla ha vuelto a ser noticia y no, precisamente, por un asunto futbolístico. Un escape de gas ha obligado a la Policía Local y a los Bomberos de Valladolid a evacuar el estadio por precaución.
Y es que una confusión al picar unos conductos entre el José Zorrilla y los Campos Anexos ha provocado una fuga de gas. Después de varios minutos retenidos dentro del campo, se ha tomado la decisión de evacuar al personal y todas las personas que se encontraban en el entorno del Estadio. Afortunadamente, todo se quedó en un susto.
El conjunto que entrena Sergio González, que ha comenzado la temporada dejando muy buenas sensaciones con su juego a nivel colectivo y con algunos canteranos que darán que hablar, ojo al central Calero, intenta centrarse solo en lo puramente futbolístico. En el vestuario dicen no saber nada del posible cambio de propietario y en el tema del césped, recuerdan que ellos son los primeros perjudicados, ya que Zorrilla es el estadio en el que juegan cada 15 días. Afortunadamente, entre que el próximo fin de semana viajan a Getafe para jugar en el Coliseum ante el conjunto azulón y que hay parón por selecciones la siguiente semana, no volverán a jugar en casa hasta el 16 de septiembre ante el Deportivo Alavés. En el conjunto pucelano confían que el césped recién plantado agarre y no vuelvan a tener que jugar en un patatal.