
Para explicar cosas como la sorprendente alineación del desconocido Lucendo en el Barça del Dream Team me gusta rememorar al gran Andy Warhol, al que se atribuye eso de que "todo el mundo debería ser famoso al menos durante diez minutos" (¿o eran cinco?). Y a la vista de los resultados, no cabe sino calificarla de extravagancia por parte del entrenador Johan Cruyff, aunque esta no sería la única que cometería el neerlandés —allí las llamaban "cruyffadas"—, puesto que en sus últimas temporadas como técnico en Can Barça sería pródigo en ellas, por ejemplo la decisión de prescindir, tras la severa derrota en la Final de la Copa de Europa de 1994 en Atenas frente al Milan por 4-0, nada menos que de unos tales Zubizarreta, Jon Andoni Goikoetxea, Michael Laudrup y Julio Salinas, a los que sustituiría con jugadores como Angoy, Sánchez Jara, Eskurza, José Mari, Escaich o Korneiev. Sin comentarios.
En los albores del Dream Team
Como siempre, conviene ponerse en situación y recordar el contexto: septiembre de 1989, arranque de la temporada 89-90. Cruyff lleva ya un año sentado en el inestable banquillo barcelonista, y ese primer curso no puede calificarse precisamente de malo. Cierto que el Barça no ha conseguido ganar el título de Liga (desde 1960 tan sólo se había hecho una vez con el Torneo de la Regularidad, en la campaña del debut del propio Cruyff como jugador azulgrana, la 73-74, y en la temporada 1984-85 con el inglés Terry Venables al mando), aunque al menos le ha echado un pulso al Real Madrid de la Quinta del Buitre, que ya empezaba a mostrar signos de agotamiento. Pero la Recopa sí acabará en las vitrinas del club catalán, de modo que José Luis Núñez va a seguir confiando en El Flaco, y tras los muchos refuerzos llegados un año antes, ahora le regalará dos auténticas incorporaciones de lujo, de lo mejorcito del fútbol continental: el neerlandés Ronald Koeman, procedente del PSV Eindhoven, y el danés Michael Laudrup, que viene de la Juventus de Turín.
Ek 2 de septiembre de 1989 el Barça va a disputar en el Nuevo Zorrilla el partido correspondiente a la primera jornada liguera frente al Real Valladolid, que acababa de jugar —y perder— la final de Copa frente al Real Madrid. Y cuando su entrenador comunica la alineación azulgrana a los medios informativos, va a causar general asombro ver incluido en ella el nombre de Lucendo. Pero, ¿quién diablos es este Lucendo?
Un centrocampista manchego formado en La Masía
Jesús Julián Lucendo Heredia había nacido en la localidad de Pedro Muñoz, provincia de Ciudad Real, un 19 de abril de 1970, trasladándose muy pronto con sus padres a Cataluña, y creciendo en la vecina Cornellá. Y como se le daba bien eso del balón, habiéndose iniciado en el equipo del Colegio San Ildefonso —aunque en ese momento los alumnos no cantaban los premios la Lotería—, con diez años el Barça le capta para La Masía, y a la altura de 1989 formaba parte como centrocampista zurdo del amateur del Barça, que podía considerarse como el conjunto C, antesala del filial Barcelona Atlético.
No va a hacer el stage de pretemporada en Holanda con el primer equipo, pero Cruyff le utilizará en un par de amistosos contra Figueres y Palamós, saldados ambos con derrota, y lo incluye en la convocatoria para el encuentro inaugural de la Liga 89-90, en Pucela, a pesar de que estaba haciendo la mili como voluntario en en el cuartel del Bruc, y no podía entrenar por las mañanas. Y cuando el neerlandés desveló el equipo inicial, el bueno de Lucendo casi no se dio cuenta de que figuraba en él, y hasta es posible que se pellizcase para comprobar que no estaba soñando: debutar en Primera con el Barça, y con sólo 19 años, una edad que entonces no era tan habitual como lo es ahora.
Un estreno decepcionante
Esa noche en el cuadro catalán van a producirse también otros dos debuts en partido oficial, pero estos sí muy esperados, los de Koeman y Laudrup. A las órdenes del colegiado guipuzcoano Urío Velázquez, ambos equipos presentaron las siguientes formaciones: por el Real Valladolid, Ravnic; Lemos, Ayarza, Miljus, Enrique Moreno; Minguela, Damián, Albis; Jankovic, Peña (Moya) y Fonseca (Ramón Calvo), y por el Barça, Zubizarreta; Aloísio, Serna, Koeman Julio Alberto; Lucendo (Soler), Milla, Roberto; Julio Salinas (Eusebio), Laudrup y Begiristáin. El novato llevaba el dorsal número 7.
El dominio territorial va a corresponderle al Barça, pero sin inquietar gran cosa el marco defendido por Ravnic, mientras que el equipo local hará muy pronto pupa jugando al contragolpe. De modo que —después de un disparo al larguero obra del yugoslavo Jankovic—, el mismo jugador va a ganar por velocidad al brasileño Aloísio, batiendo a Zubizarreta en el minuto 17. El futbolista balcánico sería una auténtica pesadilla durante toda la noche para la zaga azulgrana, y aunque en la segunda mitad el Barça continúa manteniendo la posesión de la pelota —¿de qué les suena eso?—, las cosas no mejorarán para los de Cruyff, sino que empeorarán incluso, pues en el minuto 66 un pase en profundidad de Albis habilitará a Damián, que pica la pelota por encima de Zubizarreta, consiguiendo el definitivo 2-0, que se quedará corto para los merecimientos de los blanquivioletas, dado que el meta vasco abortó varias claras ocasiones del conjunto castellano.
Presentación y despedida
Pero Lucendo ni siquiera va a concluir el partido, siendo sustituido en el minuto 56 por el Nanu Soler, acusando lógicamente el fuerte ritmo y la responsabilidad de actuar en la máxima categoría. Y ya no volverá a asomarse al once titular, pues una lesión del abductor frenaría en seco su progresión, volviendo después al C. Había sido el suyo un estreno prematuro, y que por ende no llegó en el mejor momento. Jugar en el Barça ya estaba muy caro entonces, y poco más tarde tendría que abandonar el club, primero con destino a la Balompédica Linense, mas tarde en el Cartagena, y finalmente con el Andorra. Se nacionalizará y contraerá matrimonio en el Principado con una nativa, tomando parte en numerosos partidos de la selección del pequeño estado pirenaico (en 29 ocasiones, consiguiendo 3 goles y llegando a capitanearla), compatibilizando la práctica del fútbol con su profesión de comercial en la empresa cervecera Damm. Una vez retirado entrenará a los combinados andorranos sub-19 y sub-21.
La sorprendente decisión de Cruyff tal vez resultó un arma de doble filo para la carrera de Lucendo. Por una parte, para cualquier futbolista representa un plus, un evidente valor añadido, el haber llegado a jugar en el primer equipo del Barça, todo un marchamo de calidad, pero en su caso —como en el de tantos otros—, tal vez la oportunidad llegó demasiado pronto, y en un mal momento, y careció además de la necesaria continuidad. No tuvo ocasión de demostrar lo que valía —que se supone que algo le vería Cruyff cuando recurrió a él...—, y su fulgurante aparición se apagó enseguida, de manera que muy pronto tuvo que buscarse la vida en otros lares.
Es posible que con su sorprendente alineación aquella noche de verano vallisoletana el propio técnico quisiera enviarles un mensaje a algunos futbolistas de su plantilla, a los que veía demasiado acomodados. Pero nunca sabremos a ciencia cierta qué buscaba con ello el hombre que hoy, unánimemente, es recordado como un genio y un innovador de este popularísimo deporte, y que no obstante cometió desatinos incalificables, como por ejemplo alinear a Gary Lineker en banda, que viene a ser lo mismo que limarle los colmillos a un tigre en plena jungla.
