El 28 de abril de 1945 moría, fusilado, Benito Mussolini. La versión generalmente aceptada de los hechos es que Il Duce recibió un disparo de Walter Audisio. Sin embargo, desde el final de la guerra, las circunstancias de aquella muerte y la identidad de su asesino han sido objeto de controversia en Italia. Y una de las hipótesis más admitidas es la de que lo hizo a manos de un futbolista: Michele Moretti.
Michele Moretti había nacido el 26 de marzo de 1908 en Como. Sus primeros pasos como futbolista los daría en el modesto Esperia, para llegar en 1927 al Comense (actual Como 1907). Ahí sería donde viviría sus mejores años de futbolista, desempeñándose como lateral izquierdo.
Era un defensor rudo, difícil de superar, de mucho carácter, y que no rechazaba subir al ataque, aunque la calidad no era su mayor fuerte, según relatan las crónicas de la época. Pero fue, sin duda, uno de los futbolistas clave para llevar al equipo de la tercera a la segunda división en 1931.
A punto estuvo de vivir otro ascenso, en este caso a la Serie A, en 1934. Se quedaron con la miel en los labios en la liguilla final, en la que la única plaza de ascenso fue para la Sampierdarenese, hoy la Sampdoria.
En aquella misma temporada llegaría a ser citado por la selección italiana para un entrenamiento. Su temperamento –se peleó en aquella sesión con un compañero de equipo- no convenció a Vittorio Pozzo, que aun consciente de que podía ser un futbolista válido para el equipo, decidió no incluirlo en la lista para el Mundial de 1934.
Su retirada llegaría en 1943, ya con la camiseta del Chiasso. Y tras ella, comenzó su segunda vida.
El nuevo Pietro Gatti
De origen obrero, Michele Moretti se unió a la resistencia partisana en abril de 1944. Desde entonces, sería conocido como Pietro Gatti, llegando a ser comisario político de la Brigada 52 Garibaldi.
Casi un año después, y con la Italia de Mussolini ya prácticamente derrotada, los partisanos de Pietro Gatti vieron aparecer una columna alemana que se replegaba. En aquellos días había mucha incertidumbre. Así que decidieron detenerles. Lo que hallaron, no lo habían sospechado en ningún momento: entre aquella columna se encontraba Benito Mussolini, cuyo paradero en aquellos momentos era totalmente desconocido. Sólo se sabía que había abandonado Milán.
Moretti regresó a Como para informar de la situación, y esperar instrucciones del Partido Comunista. A las pocas horas, acudía junto al Coronel Valerio (Walter Audisio) y a Guido (Aldo Lampredi) a Mezzegra, donde se hallaba Mussolini, junto a su amante Clara Petacci, con la orden de su ejecución.
Minutos después, Benito Mussolini era fusilado. Pero, ¿quién le disparó? ¿Quién le mató? La versión oficial, ya lo hemos dicho, apunta a Walter Audisio.
Sin embargo, otro partisano, Sandrino, relataría años más tarde que fue Michele Moretti quien disparó al Duce.
Tantas veces le preguntaron al exfutbolista por ello, tantas veces respondió lo mismo: "Hubiera sido un orgullo para mí, pero fue el Coronel Valerio el que lo mató". Aunque, en una de aquellas respuestas, añadió un nuevo detalle: lo hizo con su arma. Lo que relata Moretti es que el arma del Coronel Valerio no funcionaba, y pidió la suya a Moretti. Más dudas. Más incertidumbre.
De hecho, con el pasar de los años, muchos son los historiadores que sostienen que, según las pruebas halladas y analizadas, fue el futbolista quien apretó el gatillo que terminó con la vida de Benito Mussolini.
En cualquier caso, Moretti tuvo que huir de Italia tras el final de la Segunda Guerra Mundial, y vivir unos años en Yugoslavia. Tras una ‘tercera vida’ complicada, en las que perdió a su mujer y a un hijo, fallecería el 5 de marzo de 1995 a los 87 años.
Los últimos años los pasó, según se relata en el libro Un calcio alla guerra rememorando con nostalgia sobre todo su pasado como futbolista. Lo que disfrutó en el Comense. Lo que podría haber llegado a ser.
Pero, obviamente, una pregunta le persiguió hasta el fin de sus días. Una pregunta que el historiador Giorgio Cavaleri le repetiría poco antes de su muerte. ¿Mataste tú a Mussolini? Su respuesta, es la última que se ha dado al respecto: "Y si hubiera sido yo, ¿habría cambiado algo?".