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Momentos inolvidables de los clásicos en el Camp Nou

Ocho meses después, Barcelona y Real Madrid vuelven a verse las caras en el Camp Nou, en un apasionante clásico liguero. Los duelos que los dos grandes del fútbol español han disputado en el coliseo azulgrana ha deparado imágenes históricas, tanto para lo bueno como para lo malo, como el dedo en el ojo de Mourinho, Raúl mandando callar al público, la cola de vaca de Romario o el hat-trick de Messi.

Un baño en toda regla
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Un baño en toda regla

El pasado 26 de febrero, el Real Madrid certificó su clasificación para la final de la Copa del Rey con un rotundo triunfo sobre el Barcelona en el Camp Nou (1-3), después del empate a uno registrado un mes antes en la ida. Fue un partido en el que destacaron Cristiano Ronaldo, con un doblete; un gran Raphael Varane, que también marcó; y Di María, que le rompió la cintura a Puyol. 

Calma, calma...
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Calma, calma...

Después de cuatro años y medio sin ganar en el Camp Nou, el Real Madrid logró un triunfo en abril de 2012 que le permitió meterse más de medio título de Liga en el bolsillo. El tanto del 1-2 definitivo lo firmó Cristiano Ronaldo, que lo celebró pidiendo calma a la afición culé y diciendo "aquí estoy yo". Algo parecido a lo que Raúl había hecho años atrás.

El dedo en el ojo
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El dedo en el ojo

Una de las imágenes más míticas de la historia del fútbol español. En la vuelta de la Supercopa de España de la temporada 2011/12, una vez concluido el partido (3-2), José Mourinho respondió a las provocaciones de Tito Vilanova metiéndole el dedo en el ojo con Francesc Satorra, encargado de túnel de vestuarios de FC Barcelona -The Observer, a partir de entonces-, como testigo de excepción.

La manita de Piqué
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La manita de Piqué

Raro, muy raro, que un clásico Barça-Madrid se jugase un lunes (29 de noviembre de 2010, para más señas), pero... ¡qué bien le acabaría sentando a los culés! Fue aquel uno de los días más felices en la historia del barcelonismo con la manita que el equipo de Pep Guardiola le endosó a los de José Mourinho. Y Gerard Piqué lo celebró mostrándole los cinco dedos de su mano a la parroquia azulgrana, lo que fue considerado como una provocación en toda regla.

La consagración de una estrella
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La consagración de una estrella

10 de marzo de 2007. Un tal Leo Messi, por entonces en la segunda fila de las estrellas culés tras los Ronaldinho, Eto'o y compañía, fue decisivo con un triplete al Real Madrid, consiguiendo el último de sus goles en el minuto 91 para dejar un punto en casa. Fue un partido de auténtica locura en el que también destacó Van Nistelrooy con dos tantos, aunque su actuación se vio eclipsado por el emergente delantero argentino.

El cochinillo
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El cochinillo

"Ningún deportista ha tenido un ambiente en contra como yo. Era una sensación extraña pero como profesional me comporté lo mejor que pude". Son palabras de Luis Figo, que el 21 de octubre de 2000 vivió un auténtico calvario, uno de los peores días en su carrera deportiva. Era la segunda vez que el portugués volvía al Camp Nou como jugador blanco y la afición culé lo recibió con una tremenda hostilidad, tirándole vasos, botellas y hasta una cabeza de cochinillo.

Raúl manda callar al Camp Nou
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Raúl manda callar al Camp Nou

14 de octubre de 1999. El Barça ganaba por 2-1 en el clásico del Camp Nou. Faltaban cuatro minutos para el final y la derrota del Madrid parecía un hecho. Pero en ese momento apareció el genio de un chaval de 22 años llamado Raúl González Blanco. El 7 blanco recibió un pase entre líneas de Savio, se internó en el área y cruzó el balón al fondo de las redes de la portería defendida por Hesp. En ese momento, Raúl mandó callar al Camp Nou. Fue una imagen histórica que quedará para siempre en la retina del aficionado madridista.

El mecherazo a Roberto Carlos
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El mecherazo a Roberto Carlos

Tres años antes del infierno que vivió Figo en la Ciudad Condal, el 20 de agosto de 1997 en la ida de la Supercopa de España (2-1), Roberto Carlos fue ira de los vándalos. Desde las gradas fue arrojado un mechero que impactó en la cabeza del lateral brasileño y le abrió una brecha. La imágen del futbolista en el suelo retorciéndose de dolor dio la vuelta al mundo. Por suerte, el jugador se reincorporó al partido.

Laudrup, el "Judas"
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Laudrup, el "Judas"

"Me voy porque ya no le aguanto más". Así se refirió Michael Laudrup a Johan Cruyff en una incendiaria rueda de prensa que sirvió para despedirse del FC Barcelona. Al danés le había sentado como un tiro que El Flaco le dejara en el banquillo en la final de la Copa de Europa de 1994 ante el Milan. Así que decidió cambiar de aires y fichar por el Real Madrid. Su vuelta al Camp Nou se produjo casi un año después, en mayo de 1995, y la afición blaugrana le dedicó gritos y pancartas del estilo de "Laudrup Judas", "Laudrup, traidor", "Koeman, ésta es tu casa. Laudrup, aquí no pintas nada" o "Laudrup, escoria; Epi, historia".

La cola de vaca
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La cola de vaca

Romario da Souza Faría, ese futbolista de fantasía. El "jugador de dibujos animados", como lo llamó Valdano. Sólo un elegido como él podía romperle la cintura a Alkorta con una obra de arte como la cola de vaca. El 8 de enero de 1994, en el partido de la decimoctava jornada de Liga, O Baixinho estrenó el marcador con ese fantástico gol a Paco Buyo que pasará a los anales de la historia del fútbol. Luego marcó otros dos más e Iván Iglesias se sumó a la fiesta en el 86' para completar la histórica manita al Real Madrid.

El pisotón de Stoichkov
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El pisotón de Stoichkov

La ida de la Supercopa de 1990, disputada el 5 de diciembre, acabó con victoria madridista en el Camp Nou por 0-1, merced a un tanto de Míchel. Fue un partido que tuvo absolutamente de todo, marcado por la polémica actuación de Urízar Azpitarte. El árbitro vasco expulsó a Cruyff y Stoichkov vieron la tarjeta roja, y al búlgaro no se le ocurrió otra cosa que propinar un pisotón al trencilla.

El feo gesto de Hugo
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El feo gesto de Hugo

Ese mismo partido acabó con el feo gesto que Hugo Sánchez dedicó a la grada del Camp Nou. Con todo el estadio protestando, el mexicano se encaró al público y se llevó las manos a sus partes nobles, aunque luego dijo que "no me toqué nada ni quise ofender a nadie". José Luis Nuñez, presidente del Barça, lo vio desde el palco y respondió completamente indignado.

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