En medio del vendaval ofensivo que proporcionan Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema, Carlo Ancelotti no había conseguido dar con la tecla para armar un equipo consistente en el centro del campo en el inicio de temporada. El potencial ofensivo del Real Madrid solventaba los desajustes defensivos, pero el técnico italiano no terminaba de encontrar un patrón de juego. Hasta que volvió Xabi Alonso.
El tolosarra le ha cambiado la cara al Real Madrid. Su sentido táctico, su capacidad de mando sobre el campo y su facilidad para hacer fluir el juego del equipo han desatado las cuerdas que atenazaban al conjunto madrileño. Modric juega más liberado, consciente de que el tolosarra guarda sus espaldas, y Khedira tiene que asumir menos responsabilidades.
El engranaje blanco ha alcanzado su mejor nivel cuando se ha introducido el eje que necesitaba Ancelotti. Alonso recupera, distribuye y mezcla a la perfección con el resto de elementos del equipo, que ha ganado solidez. Su aparición como titular en Vallecas, les permitió marcharse al descanso con ventaja de dos y con el porcentaje de la posesión a su favor. Fue sustituído en la segunda mitad y el equipo perdió el rumbo, se deshizo ante el empuje rayista y fue incapaz de recuperar el control.
Alonso también fue fundamental en la estabilidad del equipo en Turín ante la Juventus, en Liga de Campeones, y dirigió a la perfección la goleada ante la Real Sociedad. Carlo Ancelotti ya tiene la pieza que necesitaba para sujetar su esquema y, con su presencia, parece haber encontrado la alineación que llevaba buscando desde que llegó. El italiano no duda en afimar que Xabi Alonso es un jugador muy muy muy importante" y la cara del Real Madrid es otra desde que está de vuelta.