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Entrevista en esRadio

Anna Tarrés: "Es un tema personal, no tiene nada que ver con la piscina"

"He sido ambiciosa, y ese ha sido mi problema", declaraba, molesta, la exseleccionadora española de natación sincronizada.

Anna Tarrés asumió el cargo de seleccionadora nacional de natación sincronizada en 1997, hace ya quince años. Por aquel entonces, España nadaba a la deriva. Ése no era más que un deporte en pañales en nuestro país, incluso para los que lo practicaban.

Pero entonces llegó Anna. Lo cambió todo. Lo profesionalizó. Y tuvo su recompensa: cuatro medallas olímpicas, dos de ellas en los recientes Juegos de Londres, 25 mundiales y 25 europeas. Un total de 54.

España es hoy, junto a China y después de Rusia, la gran referente mundial de la natación sincronizada. Pero aún así, la Federación ha decidido no renovar el contrato de la entrenadora catalana. "Los resultados están ahí, normal que me pillara por sorpresa", ha dicho Tarrés en declaraciones a esRadio.

Preguntada por el posible motivo de su no renovación, Anna declaraba que "he cuestionado decisiones, pero por el bien de mis chicas. La renovación no llega por problemas profesionales. No tiene nada que ver con la piscina. Es todo una cuestión personal".

La ya exseleccionadora hablaba de las relaciones que ha mantenido con el presidente de la Federación Española de Natación (RFEN), Fernando Carpena. "Teníamos negociaciones dificultosas, pero no suficientes para no trabajar juntos. He sido ambiciosa. Ese ha sido mi problema. Pedía más y eso provocaba conflictos. Me habré equivocado, pero siempre he dado todo por mis nadadoras", explicaba.

Que Carpena y Tarrés no tenían la mejor relación quedó reflejado en las formas en las que le comunicaron su no continuidad. "Cada uno tiene su estilo, pero Fernando me trasmitió la decisión por teléfono. Hacen las cosas como saben. Sólo me dijo que en sus nuevos planes, no entraba mi figura".

Esa figura, Ana Tarrés, una impulsora, una líder para sus chicas de sincronizada, a la que abrazaban nada más salir de la piscina, deja la natación de momento. "Yo soy lo que soy gracias a este grupo de gente. Tengo que valorar cómo encajo esto ahora. Pero tengo que devolverle mucho a este deporte".

Quién sabe si ahora las chinas o, por qué no, las rusas se fijan en Anna. Lo que está claro es que la Federación deberá buscar un sustituto que esté a la altura para preparar los Mundiales de Barcelona del próximo verano.

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