El karting ha sido la escuela de los mejores pilotos de la F1. Michael Schumacher, Sebastián Vettel, Hamilton, Verstappen o Fernando Alonso comenzaron siendo campeones en karting. Hoy la F1 debería mirar a sus orígenes para recuperar parte de la emoción y la esencia del automovilismo.
Los últimos cambios en el reglamento realizados por la FIA en la F1 han buscado una mayor competitividad y espectáculo en la pista, pero lejos de lograrlo lo único que han conseguido es limitar el automovilismo y el talento de los pilotos.
La limitación de propulsores por temporada, la conservación de neumáticos, combustible y los sistema de recuperación de energía han provocado que el piloto sólo pueda pisar a fondo poco más del cincuenta por ciento de la carrera, lo que va en contra de la verdadera la esencia del automovilismo. El karting sigue manteniendo la esencia del automovilsimo y por eso, son cada vez más los pilotos profesionales que vuelven a la cuna donde se forjaron para entrenar y recuperar sensaciones. Se trata de primar al piloto y su talento frente a la dependencia tecnológica de los monoplazas.
¿Se imaginan a los pilotos de la parrilla de la F1 corriendo con un kart?¿Quién ganaría? Hagan sus apuestas.