Casey Stoner se ha impuesto en el circuito estadounidense de Laguna Seca por segundo año consecutivo y lo ha hecho sin dar muchas opciones a sus adversarios. Pese a haber sido el hombre más rápido todo el fin de semana, Jorge Lorenzo nada pudo hacer ante el ataque del piloto australiano de Honda, que pasó a la Yamaha como si ésta estuviera parada. Un susto a mitad de carrera del líder del Mundial, justo en el cambio de rasante que lanza a los pilotos hacia el sacacorchos, fue el detonante del ataque de Stoner, que empezó a pilotar como sólo él sabe, subiéndose por los pianos e inclinando al máximo la moto, incluso en las curvas de mayor dificultad.

También fue crucial la elección de los neumáticos. Tanto Dani Pedrosa como Lorenzo optaron por el compuesto más duro para evitar los problemas en los últimos compases de carrera, pero al final sufrieron más que Stoner, que optó por el neumático blando.

Al final, segunda posición de Lorenzo que le mantiene a la cabeza del Mundial con 23 puntos de ventaja sobre Pedrosa, que a duras penas siguió el ritmo de los dos hombres de cabeza y que suficiente tuvo con aguantar en la tercera posición. El propio Dani declaraba tras la carrera que no sabía lo que había pasado, algo contrariado al ver el rendimiento de su compañero de equipo, que supuestamente había apostado por una estrategia más arriesgada en lo que a las gomas se refiere.

Desde que comenzó el Mundial, rara ha sido la vez que no hayamos visto a estos tres hombres juntos en el podio. En alguna carrera se les coló Andrea Dovizioso, e incluso Valentino Rossi, pero sin duda está siendo un campeonato a tres. Es más, parece que haya dos campeonatos: uno, el de Stoner, Lorenzo y Pedrosa; otro, el del resto de pilotos.

Más allá de los dos españoles y del australiano, otros tres pilotos han captado mi atención. Primero Toni Elías. No se puede tener más mala suerte. El de Manresa no duró ni dos vueltas y no pudo aprovechar la gran oportunidad –quizás la última que tenga en la categoría reina– que el equipo de Pramac le ha dado al poder sustituir al lesionado Héctor Barberá. Esperemos que en Indianápolis pueda hacerlo mejor si al final corre.

Los otros son los pilotos que han terminado por los suelos, probando la tierra americana y cuyo destino puede que se cruce la próxima temporada. Me refiero a Ben Spies y Valentino Rossi. El estadounidense ocupó hace dos años el hueco que Rossi dejó en Yamaha tras su partida a Ducati. Ahora, ante las dudas de la marca japonesa, el pupilo de Kevin Schwantz ha asegurado que se va, posiblemente a Superbikes.

¿Y quién tiene todas las papeletas para ocupar el vacío en Yamaha? Sí, Valentino Rossi podría volver. El propio Lorenzo ha hablado de ello y el italiano se ha dado de plazo estas vacaciones para tomar una decisión. Ducati no quiere que Il Dottore se marche pese a los malos resultados, pero al de Urbino se le ve cansado y con falta de imaginación para pilotar una moto que más parece que sea ella la que le pilota a él.

En fin, próximo capítulo dentro de tres semanas en Indianápolis.