La historia del año en la NBA: debuta con 32 años y enchufa 19 puntos

Nunca dejes de pelear por tus sueños. Andre Ingram es un buen ejemplo de ello. El escolta, un obrero del basket que lleva jugando 10 temporadas en G-League (liga de desarrollo), a sus 32 años había perdido la esperanza de debutar en la mejor liga de baloncesto del mundo.

Sin embargo, en un giro del destino, los Lakers, acuciados por la plaga de lesiones, hicieron un contrato temporal al escolta de 1,91. Ingram debutaba en la madrugada del martes al miércoles ante los Rockets y, en su carta de presentación, hizo un partidazo. Andre estuvo en pista 29 minutos y terminó con 19 puntos con una serie de tiro excelsa: 2/3 en lanzamientos de dos, 4/5 triples y 3/3 tiros libres. Su enorme actuación no ha impedido la derrota de los californianos ante el mejor equipo de la regular por 99-105.

Ingram había jugado esta última temporada en el equipo vinculado de los Lakers en la G-League, los South Bay Lakers. Terminada la temporada, se pasó por el despacho de los californianos para firmar su finiquito. Allí cambió su historia. Magic Johnson, presidente de operaciones de baloncesto de Los Lakers, Rob Pelinka, general manager, y Luke Walton, entrenador del equipo, le ofrecieron un contrato de diez días.

Ingram no desaprovechó la oportunidad de su vida y firmó la historia del año en la NBA. Tras el partido, en pleno vestuario, Luke Walton, el míster que apostó por él y le dio la alternativa que llevaba esperando durante toda su carrera, le obsequió el balón del partido y le dio un sentido abrazo que quedará para el recuerdo. No en vano, a su manera,Ingram ha hecho historia y es que su anotación ha sido la más alta de un debutante de los Lakers desde Nick Van Exel en 1993.

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