Dos torneos y una final en menos de un mes. Rafa Nadal ha vuelto a las pistas y lo ha hecho con un excelente balance. Su evolución en el juego desde que reapareciese en Viña del Mar ha sido ejemplar. Y aún así, se sigue mirando con lupa cada movimiento del mallorquín para buscar un atisbo de duda en su rodilla.
Este mismo domingo, Nadal ha conquistado el Abierto de Acapulco tras barrer a David Ferrer (6-0, 6-2). Precisamente, sus triunfos están marcados por una superioridad que recuerda a la de sus mejores momentos, cuando alcanzó el número uno del ranking ATP. Especialmente en México, donde ha derrotado a dos temibles especialistas como Almagro y Ferrer, ha demostrado que está cogiendo el nivel que tenía antes de la lesión. Sigue siendo intratable sobre tierra batida. La gira por Latinoamérica le ha reportado dos títulos – Sao Paulo y Acapulco- y una final –Viña del Mar-. Ya suma 52 títulos en su carrera.
Es la segunda vez que gana el Abierto Mexicano de Tenis. Ya lo hizo en 2005, el año en el que se convirtió en el tenista del circuito profesional ATP con más títulos ganados (11), junto a Roger Federer, tras conquistar Costa Do Sauípe, Acapulco, Barcelona, Montecarlo, Roma, Roland Garros, Bastad, Stuttgart, Montreal, Abierto de China y Madrid.
California y Miami
Su regreso ha sido progresivo. El tenista ha ido valorando cada torneo y escogiendo solo aquellos en los que se siente seguro, sin querer forzar demasiado su rodilla, la que le ha tenido apartado de la competición siete meses. Pero ya no tiene miedo de romperse y empieza a confirmar más citas. La siguiente parada será Indian Wells. Antes jugará una exhibición en Nueva York en el Madison Square Garden junto al argentino Juan Martín del Potro. Será este mismo lunes.
Su gran objetivo es Roland Garros y por eso ha priorizado las competiciones en tierra batida. En un principio, descartó asistir al Masters 1000 de Indian Wells, sobre pista rápida, pero nada más alzarse como el rey de Acapulco ha dicho que irá a California porque se lo "pide el corazón". Será del 7 al 17 de marzo. Después, llegará Miami.
En estos momentos, Rafa Nadal es el quinto clasificado mundial, un puesto detrás de David Ferrer. El alicantino ascendió al cuarto puesto en detrimento de su compatriota tras quedar semifinalista del Open de Australia el pasado enero. Por delante, Rafa Nadal tiene tiempo de ascender en esta clasificación. La temporada de tierra batida en Europa comienza a mediados de abril, con el Masters 1000 de Montecarlo.
La 'cacería'
El Top 3 mundial lo conforman Novak Djokovic (12.960 puntos), Roger Federer (9.855) y Andy Murray (8.480). Pero Rafa se ha enfundado el traje de cazador y va a por ellos. De aquí a junio, el balear (6.259) tiene que defender los puntos de los cuatro torneos sobre tierra que ganó el año pasado: Roland Garros (2.000), Roma (1.000), Montecarlo (1.000) y el Conde de Godó (500). En Miami y California hizo semis, por lo que tiene margen de mejora.
Después de su triunfo en Australia, Djokovic está muy lejos. Arrebatarle el número 1 del mundo al serbio no será posible antes del US Open y se antoja una tarea titánica. Pero Federer y Murray sí están al alcance del mallorquín. En 2012, el suizo ganó en Indian Wells y el escocés fue finalista en Miami. Cualquier tropiezo los dejaría al alcance de Rafa. En cualquier caso, el objetivo prioritario del mallorquín es meterse cuanto antes entre los cuatro primeros del ranking, para lo que tendrá que que superar a David Ferrer, del que apenas le separan unos centenares de puntos tras derrotarle en México. Estar en esos cuatro primeros puestos te asegura no encontrarte con los otros tres grandes antes de las semis de ningún torneo.
Si lo consigue, y llega en el top four al Abierto de Francia, Nadal tendrá mucho ganado. En el resto de la temporada no defiende ni un solo punto (bueno, 45 de segunda ronda de Wimbledon), por lo que su margen de mejora es enorme. Federer, Murray y Djokovic lo saben. En su retrovisor, a lo lejos, ha aparecido un pequeño puntito morado. Y no descansará hasta que los alcance... y los adelante.