Es indomable. Lo llevamos diciendo en Libertad Digital dos semanas porque lo hemos vivido in situ en el torneo y, no estamos descubriendo ni mucho menos la pólvora, pero a día de hoy Carlos Alcaraz es insuperable en la tierra batida de Madrid. Esta pista, la Manolo Santana de la Caja Mágica lo tiene todo para que el murciano brille. El bote, la velocidad de la pista, la altura, las dimensiones, el público, la temperatura... todo está preparado para que Carlos brille y por segundo año consecutivo, el tenista español ha sido el claro dominador de la tierra de Madrid.
Todo el mundo se preguntaba si Struff podría derrotar al español y dar la campanada siendo un lucky loser que perdió en la ronda previa, eliminó en semis a su verdugo en la qualy y además se cargó a Tsitsipas en cuartos. El alemán parecía destinado a escribir un guion de película épica, sin embargo, en esta cinta, el protagonista absoluto es Carlos Alcaraz. Eso sí, el partido del germano fue bestial. Le hizo sufrir de lo lindo al murciano y por momentos en la pista se notó la tensión de pensar que al favorito le podía temblar el pulso por la presión. Le llevó al tercer set y solo cedió en la recta final del un encuentro que duró mucho más de lo esperado con casi dos horas y media de juego.
El primer set ya fue duro, 6-4 para el español, pero el segundo y el tercero fueron un auténtico infierno, sobre todo a nivel mental. El nivel que mostró Struff era más de un top 10 que de un lucky loser y tras ganar la segunda manga por 3-6, Jan sacó a relucir todo su tenis incomodando muchísimo a Carlos, que no pudo dar su mejor versión porque el alemán no le dejó. Aún así, Carlos apretó los dientes, usó la cabeza como le pedía su entrenador Juan Carlos Ferrero y asestó el golpe definitivo al tercer set y al partido con el break del 3-1. A partir de ahí, nervios de acero y título para "Charly".
Por segundo año consecutivo y sumando 21 victorias consecutivas en tierra y en España, Carlos Alcaraz levantó el trofeo al cielo de la capital de España ante los ojos ilusionados de un público, el español, que en la última fase de la carrera del mito Rafa Nadal, sabe que mal se tiene que dar para no tener un sucesor que dé de nuevo grandes tardes y noches de gloria.
Carlos no solo gana sino que también se divierte y divierte a los aficionados. Parece estar diseñado con lo mejor de cada tenista para convertirse en el jugador perfecto a nivel de recursos y físico. Eso sí, ahora le tocará aguantar todos los años al máximo nivel que han aguantado las grandes leyendas de este deporte. Ya veremos lo que ocurre, pero con solo 20 años, Carlos ya suma dos torneos en Madrid para un total de cuatro Masters 1000 y un Grand Slam, el US Open de 2022. Casi nada para este jugador que cuando sale por el túnel de la Caja Mágica con su raquetero parece que viene del instituto o de la universidad.
Madrid cierra sus puertas tras el torneo más largo de todas sus ediciones y con un Carlos Alcaraz que, como Sabalenka en la WTA, se va de España con un doblete en el bolsillo.