Los datos del mercado de trabajo parecían mejorar de forma automática tras la consolidación de la reforma laboral aprobada en 2012. Desde que el empleo empezó su recuperación en 2013, el ritmo de contratación se disparó hasta alcanzar niveles récord de casi 600.000 nuevos empleos anuales. Sin embargo, el dinamismo laboral está ahora en entredicho, como revelan mes a mes los boletines estadísticos del ministerio de Trabajo.
En agosto, la contratación indefinida se hundió un 19% y la destrucción de empleo acabó con 300 puestos de trabajo cada hora. No fueron mucho mejores los datos de septiembre: la subida de la desocupación afectó a 14.000 personas. En octubre, las cifras de aumento del paro fueron aún más preocupantes: el aumento mensual, de casi 100.000 desempleados, fue el más elevado desde 2012. Por último, el pasado mes de noviembre fue el peor en seis años, con un repunte de más de 20.000 efectivos en las listas del paro.
¿Qué puede ocurrir en diciembre, al calor de la campaña de Navidad que echó a andar hace algunas semanas y que está a punto de vivir sus días más potentes? Desde Asempleo apuntan que se pueden llegar a celebrar más de un millón de nuevos contratos en el segmento del empleo temporal más vinculado a las ventas de Navidad, lo que supone un 5,5% más.
Sin embargo, el comportamiento general del mercado será mucho menos favorable de lo que parecen indicar las cifras de la campaña de Navidad. Así, desde el servicio de estudios de Adecco anticipan que la previsión de afiliaciones en la Seguridad Social apunta a un crecimiento de apenas 19.424 afiliados.
La mejor forma de poner en perspectiva este dato es compararlo con el mismo mes del año anterior. Si hacemos ese ejercicio vemos que esos 19.424 nuevos afiliados se quedarían lejos de las 78.541 altas observadas en el mismo mes de 2018, un 75% menos, o de los 42.444 cotizantes ganados en diciembre de 2017.
En términos anuales, el empleo está creciendo a una tasa que ronda el 2,1%. Esto supone la creación de unos 400.000 puestos de trabajo al año. Desde Adecco entienden que esta previsión "es moderadamente optimista" pero no oculta "la gradual pérdida de dinamismo que viene mostrando la economía".
El aumento anual del 2,1% es, pues, "el ritmo de aumento del empleo más bajo que se alcanza en cinco años, desde octubre de 2014". Lo mismo ocurre si se toma en cuenta la cifra total de contratados, puesto que los 400.000 previstos para el conjunto de 2019 suponen una drástica reducción frente al ritmo de años anteriores, cuando se estaban creando 600.000 nuevos empleos.
Desde el servicio de estudios de la multinacional de recursos humanos subrayan que la situación laboral es preocupante, puesto que el enfriamiento de la contratación se produce "cuando aún hay tres millones de parados, es decir, el mismo número de personas que estaban sin empleo en 2008, cuando la crisis ya había comenzado".