L D (Agencias) Gracias a estos factores, Caja Madrid consiguió hasta septiembre el mayor crecimiento del margen de explotación –el puramente bancario– de los últimos diez años. Esta partida creció el 31,3 por ciento y se elevó a 1.090 millones de euros. Los mayores resultados aportados por el holding Mapfre-Caja Madrid y Realia, el fuerte incremento de los ingresos por comisiones y la contención de los costes fueron los otros aspectos que ayudaron a esta "extraordinaria" evolución, explicaron fuentes de la caja, que no esperan que puedan presentar una cifra igual al final de año.
Desde Caja Madrid también destacaron hoy la evolución del margen de intermediación -diferencia de ingresos y gastos de créditos y depósitos, más dividendos-, que ascendió a 1.291 millones de euros, tras crecer el 12,2 por ciento, impulsado en parte por los dividendos, pero sobre todo por la mayor actividad en créditos y depósitos. El margen ordinario creció, por su parte, un 15,9 por ciento, hasta 2.051 millones de euros, después de que los ingresos por comisiones aumentaran un 12,3 por ciento, los resultados por puesta en equivalencia -holding Mapfre y Realia, principalmente- subieran un 30,8 por ciento y las operaciones financieras aportaran un 65,4 por ciento más.
Debido al crecimiento de dos dígitos, la facturación por comisiones superó levemente la cota de los 500 millones de euros, impulsada sobre todo por el mayor negocio con empresas, por los planes de pensiones y por los seguros. El ritmo de aumento de los márgenes financiero y ordinario se duplicó en el caso del margen de explotación, después de que los gastos de explotación crecieran únicamente el 2,3 por ciento. También ayudaron sustancialmente a esta evolución los 23 millones de euros más percibidos en dividendos de Endesa -tras aumentar este año su participación del 5 al 9 por ciento- y los 29,3 millones ingresados como dividendo extraordinario de Iberia en agosto.
Este fuerte crecimiento del resultado de explotación no pudo traducirse en su totalidad al beneficio atribuido debido al fuerte incremento de dotaciones para provisiones (un 136 por ciento), ocasionado por la mayor actividad crediticia y por la dotación extraordinaria de 40 millones de euros realizada al declarar dudosos los préstamos al parque Warner. Caja Madrid reconoció hoy que existe la posibilidad de que esta compañía no pueda devolver los préstamos a las entidades financieras, aunque se mostró convencida de la viabilidad de este centro de ocio y de que, por tanto, en el futuro esos créditos dejarán de ser considerados dudosos. Tras dotar en total más de 200 millones de euros como pérdida de deterioro de activos -la mayor parte de ellos son provisiones-, el beneficio bruto de la caja ascendió a 879,8 millones de euros, un 14,6 por ciento más, y el atribuido, a 649,74 millones, un 15,1 por ciento más.
Fuentes de Caja Madrid insistieron hoy en que estos crecimientos fueron posibles por los fuertes aumentos de sus cifras de negocio, que se reflejan en un incremento del 24,5 por ciento en el crédito a clientes y del 17,8 por ciento en los recursos gestionados. Pero fueron las hipotecas las que de nuevo registraron el comportamiento más espectacular, al crecer el 30,7 por ciento. Al final de septiembre, Caja Madrid tenía una cartera crediticia de 67.523 millones de euros -45.008 millones con garantía real- y gestionaba 100.905 millones en recursos de clientes, de los que 78.282 millones estaban en balance, principalmente depósitos, y el resto correspondía a fondos de pensiones y de inversión, y a seguros.
Desde Caja Madrid también destacaron hoy la evolución del margen de intermediación -diferencia de ingresos y gastos de créditos y depósitos, más dividendos-, que ascendió a 1.291 millones de euros, tras crecer el 12,2 por ciento, impulsado en parte por los dividendos, pero sobre todo por la mayor actividad en créditos y depósitos. El margen ordinario creció, por su parte, un 15,9 por ciento, hasta 2.051 millones de euros, después de que los ingresos por comisiones aumentaran un 12,3 por ciento, los resultados por puesta en equivalencia -holding Mapfre y Realia, principalmente- subieran un 30,8 por ciento y las operaciones financieras aportaran un 65,4 por ciento más.
Debido al crecimiento de dos dígitos, la facturación por comisiones superó levemente la cota de los 500 millones de euros, impulsada sobre todo por el mayor negocio con empresas, por los planes de pensiones y por los seguros. El ritmo de aumento de los márgenes financiero y ordinario se duplicó en el caso del margen de explotación, después de que los gastos de explotación crecieran únicamente el 2,3 por ciento. También ayudaron sustancialmente a esta evolución los 23 millones de euros más percibidos en dividendos de Endesa -tras aumentar este año su participación del 5 al 9 por ciento- y los 29,3 millones ingresados como dividendo extraordinario de Iberia en agosto.
Este fuerte crecimiento del resultado de explotación no pudo traducirse en su totalidad al beneficio atribuido debido al fuerte incremento de dotaciones para provisiones (un 136 por ciento), ocasionado por la mayor actividad crediticia y por la dotación extraordinaria de 40 millones de euros realizada al declarar dudosos los préstamos al parque Warner. Caja Madrid reconoció hoy que existe la posibilidad de que esta compañía no pueda devolver los préstamos a las entidades financieras, aunque se mostró convencida de la viabilidad de este centro de ocio y de que, por tanto, en el futuro esos créditos dejarán de ser considerados dudosos. Tras dotar en total más de 200 millones de euros como pérdida de deterioro de activos -la mayor parte de ellos son provisiones-, el beneficio bruto de la caja ascendió a 879,8 millones de euros, un 14,6 por ciento más, y el atribuido, a 649,74 millones, un 15,1 por ciento más.
Fuentes de Caja Madrid insistieron hoy en que estos crecimientos fueron posibles por los fuertes aumentos de sus cifras de negocio, que se reflejan en un incremento del 24,5 por ciento en el crédito a clientes y del 17,8 por ciento en los recursos gestionados. Pero fueron las hipotecas las que de nuevo registraron el comportamiento más espectacular, al crecer el 30,7 por ciento. Al final de septiembre, Caja Madrid tenía una cartera crediticia de 67.523 millones de euros -45.008 millones con garantía real- y gestionaba 100.905 millones en recursos de clientes, de los que 78.282 millones estaban en balance, principalmente depósitos, y el resto correspondía a fondos de pensiones y de inversión, y a seguros.