
L D (Agencias) Esta mejora en los resultados fue posible gracias al incremento del 26,5 por ciento en la actividad crediticia de la caja, especialmente las hipotecas, que crecieron el 34 por ciento, y también se debió al incremento del 28,2 por ciento registrado por los recursos gestionados de clientes, combinado con un crecimiento moderado de los gastos, que aumentaron el 2,2 por ciento.
El margen de explotación de la entidad madrileña, el que mejor refleja la actividad puramente bancaria, creció el 26,8 por ciento, y el volumen de negocio se situó en 180.177 millones de euros. La entidad presidida por Miguel Blesa había concedido a sus clientes, a cierre de diciembre, un volumen de créditos de 72.558 millones de euros, de los que 48.534 millones fueron créditos con garantía real, que incluyen las hipotecas. Sin embargo, este dinamismo en la actividad crediticia no mermó la calidad del crédito de la caja madrileña, que situó su tasa de morosidad en el 0,66 por ciento, al tiempo que la cobertura para posibles insolvencias alcanzó el 249,2 por ciento.
Al término del pasado ejercicio, Caja Madrid gestionaba recursos de clientes en balance por valor de 84.413 millones de euros, un 20,9 por ciento más que en 2004, destacando especialmente el avance de las emisiones de valores negociables, que crecieron el 41 por ciento y la evolución de las cuentas corrientes y de ahorro, que lo hicieron en un 15,1 por ciento. En cuanto a los recursos fuera de balance, la caja destacó el incremento registrado por el patrimonio gestionado en fondos de inversión, que crecieron el 10,6 por ciento, hasta los 13.307 millones, mientras que el patrimonio en fondos de pensiones alcanzó los 3.706 millones, un 17 por ciento más, y el negocio de seguros, 6.194 millones, un 6 por ciento más.
El margen de explotación de la entidad madrileña, el que mejor refleja la actividad puramente bancaria, creció el 26,8 por ciento, impulsado por el crecimiento del volumen de negocio, que se situó en 180.177 millones de euros, por la buena evolución de las sociedades participadas -Mapfre-Caja Madrid y Realia- y también por la contención en los gastos. El incremento del volumen de negocio, junto con "un entorno más estable de los tipos de interés", explicó la caja, se reflejó también en un incremento del 14,1 por ciento en las comisiones, que superaron los 712 millones de euros, sobre todo gracias a las cobradas a empresas, que aumentaron el 15 por ciento. Esto hizo posible que el margen de intermediación creciera el 12,7 por ciento y alcanzara los 2.467,6 millones de euros, mientras que el ordinario aumentaba el 13,2 por ciento y se situaba en 2.812,6 millones.
Caja Madrid también logró mejorar el año pasado su ratio de eficiencia, es decir, el porcentaje de ingresos que consumen los gastos, que se situó en el 43,7 por ciento frente al 46 por ciento de 2004. Al cierre de diciembre, la entidad madrileña tenía una red de 1.943 oficinas, atendidas por una plantilla de 12.731 empleados.
