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Comienza, seis años después, el juicio oral por el escándalo de Gescartera

La primera sesión del juicio oral por el escándalo financiero de Gescartera, que estalló hace seis años y afecta a mas de 4.000 inversores, ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional. Entre los catorce imputados por apropiación indebida y delito continuado de falsedad se encuentra el principal responsable del fraude, José Antonio Camacho, para el que Anticorrupción pide once años de prisión. Sólo una docena de afectados han acudido al juicio.

La primera sesión del juicio oral por el escándalo financiero de Gescartera, que estalló hace seis años y afecta a mas de 4.000 inversores, ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional. Entre los catorce imputados por apropiación indebida y delito continuado de falsedad se encuentra el principal responsable del fraude, José Antonio Camacho, para el que Anticorrupción pide once años de prisión. Sólo una docena de afectados han acudido al juicio.
LD (Agencias) La vista comenzó a las once de la mañana con los catorce responsables y empleados de la agencia de valores sentados en el banquillo, encabezados por Antonio Camacho, que llegó al recinto de la Casa de Campo acompañado por su abogado, Miguel Bajo y su mujer, Laura García Morey, también acusada por el fiscal.
 
El abogado Miguel Bajo, defensor del principal imputado de Gescartera Antonio Camacho, ha pedido que declaren como testigos el ex presidente de la CNMV, Juan Fernández Armesto, y el antiguo director de supervisión del organismo supervisor, Ramiro Martínez Pardo del Valle.
 
Juan Fernández Armesto fue presidente de la CNMV desde 1996 hasta agosto del 2000, año en el que fue sustituido por Pilar Valiente, quien dimitiría como consecuencia de este escándalo financiero en 2001, mientras que Ramiro Martínez Pardo del Valle, quien fue consejero de Beta Capital y director de la División de Sujetos de Mercado, aunque ya no trabaja en la CNMV.

Precisamente la abogada defensora de Bolsa Consulting, una de las empresas que es considerada responsable civil de la apropiación indebida, afirmó que "la CNMV era plenamente consciente del desfase patrimonial que arrastraba durante años" Gescartera, que fue fundada en 1992 por Antonio Camacho.

Mientras que las acusaciones propusieron varios testigos y pruebas ligadas al patrimonio del principal acusado, su defensa solicitó un historial sobre sus años de trabajo por el régimen especial de cotización en trabajadores autónomos, además del impuesto de patrimonio, una relación de cuentas del BBVA y Deutsche Bank.

Por otra parte, su mujer, Laura García Morey, adjuntó un acta de nacimiento de su hija, Maria Elena Camacho García Morey, para excusar su asistencia a varias sesiones del juicio, así como su título de licenciada en 1999, lo que demostraría su falta de experiencia y formación para cometer los delitos que le imputa el fiscal.

Además, la defensa de Pilar Giménez Reyna aportó un informe psiquiátrico sobre los daños que le ha producido a la que fuera presidenta de Gescartera la investigación de este caso, por el que ya estuvo varios meses en situación de prisión preventiva, y la defensa de otro imputado, Anibal Sardón, reclamó a la CNMV varios contratos de la agencia de valores para demostrar que no se falsearon.

También el abogado de otro de los principales acusados, José María Ruiz de la Serna, reclamó como prueba documental un informe del Banco de España sobre los traspasos y ejecuciones de órdenes de Caja Madrid Bolsa, así como otros reportes de la Agencia Tributaria.
 
Este lunes, la Sección cuarta de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, presidida por la juez Carmen González Pastor, habrá de decidir, entre otras cuestiones previas, sobre la petición para que se anule únicamente la apertura de juicio oral por responsabilidad civil subsidiaria contra Caja Madrid Bolsa. Además de otras peticiones de pruebas y de responsabilidad para otras entidades financieras como Bankinter, HSBC y Deutsche Bank realizadas por varias de las cuarenta acusaciones personadas, la representación de Pilar Friaza, la madre de Antonio Camacho -el principal imputado-, quiere dejar sin efectos las actuaciones desde el periodo de instrucción.
 
Sólo una docena de afectados acudieron al juicio

Las instalaciones de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, que acogen desde este lunes el juicio oral del caso Gescartera, vieron como un ejercito de cámaras hacían guardia a sus puertas mientras más de cincuenta letrados acudían a la sesión junto a menos de una docena de afectados.
 
Las miradas de los pocos inversores afectados presentes en el público se centraron en Camacho, quien llegó a la Audiencia Nacional, cinco minutos antes del juicio, menos moreno de la habitual, con traje azul, camisa clara, corbata oscura, maletín de piel, y sin las gafas de pasta que le caracterizaron hace más de seis años, cuando comenzó la instrucción del caso Gescartera.

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