Así, el índice de referencia del mercado español, el Ibex-35, cedió 143,7 puntos, equivalentes al 1,40 por ciento, hasta 10.094,3 puntos, en tanto que acumula un descenso semanal del 1,77 por ciento.
En Europa, con el euro a 1,268 dólares, las bolsas se mantenían en pérdidas al cierre nacional: París caía el 1,30 por ciento; Milán, el 1,22 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,01 por ciento; Fráncfort, el 1,02 por ciento, y Londres, el 0,31 por ciento.
La sesión comenzó con un ligero rebote, liderado por los grandes valores del mercado y en línea con las ligeras alzas registradas en el resto de plazas europeas, pero la falta de referencias y la apertura en números rojos de Wall Street, ante la preocupación por la economía estadounidense, terminaron marcando el signo de la jornada bursátil.
Todos pesos pesados del mercado cerraron con pérdidas: Banco Santander, el 1,73 por ciento; BBVA, el 1,65 por ciento; Telefónica, el 1,24 por ciento; Iberdrola, el 0,72 por ciento; y Repsol, el 0,61 por ciento.
La mayor caída del selectivo fue para Acciona, que descendió un 3,32 por ciento, en tanto que sólo cerraron en positivo Inditex, que se revalorizó el 0,15 por ciento, y Tecnicas Reunidas, el 0,03 por ciento.
Ferrovial intentó acaparar el protagonismo de la sesión en el parqué español convirtiéndose prácticamente en el único valor que mantuvo el tono positivo, tras anunciar al mercado que su filial británica BAA ha obtenido 760 millones de euros para refinanciar parte de su deuda.
El grupo constructor y de infraestructuras cerró finalmente con un descenso del 1,37 por ciento. Dentro del mercado continuo destacó la subida de la inmobiliaria catalana Fergo Aisa, el mayor del mercado (11,27%), que en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio detalles sobre sus proyectos en Libia y Laos.
También subieron Iberpapel (7,74%), Reyal Urbis (3,45%) y Baviera (3,03%), mientras que las mayores caídas del continuo fueron para Inmobiliaria Colonial (9,30%), Fersa (5,39%) y Sniace (4,96%).
Poco antes del cierre del mercado de deuda la rentabilidad del bono español a diez años se mantenía en el 4 por ciento, mientras que el diferencial con el alemán del mismo plazo, un indicador de la prima de riesgo de España, aumentaba hasta 181 puntos básicos.
El efectivo negociado en el mercado nacional sobrepasó los 1.549 millones de euros, de los que cerca de 450 millones los intermediaron inversores institucionales.