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España paga el rechazo a bajar salarios con récord de paro y jubilaciones

La negativa de Gobierno, oposición y sindicatos a transmitir la caída de precios a una rebaja de salarios del 1% en los convenios colectivos, tal y como reclama CEOE, se está traduciendo en un aumento récord del paro y las jubilaciones anticipadas.

A diferencia de EEUU, la rigidez del mercado laboral español impide que los salarios de los trabajadores se ajusten a la caída histórica de precios que está registrando el país. Ante la imposibilidad de reducir costes, las empresas se ven obligadas a despedir personal, tanto temporal como indefinido, para combatir la pérdida de ingresos (precios más bajos y menos consumo).

Durante la presente semana, la patronal empresarial (CEOE) ha reclamado al Gobierno la necesidad de ajustar el salario de los trabajadores. En concreto, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, solicitó que los sueldos que fijan los convenios colectivos deberían bajar, "como mínimo, el 1%". Sin embargo, los sindicatos están pidiendo aumentos por encima del 2%.

De hecho, el incremento salarial pactado en los convenios colectivos firmados hasta julio se situó en el 2,67%, frente al descenso del 1,4% del IPC registrado ese mismo mes, un mínimo histórico. A finales de julio de 2009 se habían registrado un total de 3.401 convenios (2.544 de empresa y 857 de ámbito superior), que afectaron a 7.435.859 de trabajadores.

Es decir, el sueldo fijado por convenio sube muy por encima de los precios de bienes y servicios. España se encuentra al borde de la deflación, tal y como avanzó LD, ya que el IPC ha registrado números rojos durante cinco meses consecutivos. La entrada oficial en la deflación se producirá en caso de que el IPC vuelva a ser negativo en agosto.

Gobierno, oposición y sindicatos coinciden

Pese a ello, los sindicatos tachan de "suicida" la propuesta planteada por CEOE. El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, advirtió el pasado martes a Díaz Ferrán que, en caso de seguir reclamando este tipo de medidas, el diálogo social sufrirá un "otoño conflictivo".

Este mismo jueves, el responsable de Seguridad Social de CC.OO., Carlos Bravo, y el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, defendieron su política de tomar como referencia salarial el objetivo de inflación que marca el Banco Central Europeo (BCE), fijado en un 2%, y la inclusión de cláusulas de revisión salarial que protejan a los trabajadores frente a posibles pérdidas de poder adquisitivo.

Tanto Ferrer como Bravo insistieron en que el descenso de los precios es un "hecho coyuntural", que responde al efecto escalón en los precios del petróleo, y apuntaron que el IPC seguirá a partir de ahora una tendencia alcista. De hecho, según los cálculos de CC.OO., los precios empezarán a repuntar a partir de agosto y acabarán el año en el entorno del 1%, con una media anual del 0%.

Para el secretario de Acción Sindical de UGT, que el presidente de la CEOE cuestione el modelo de determinación salarial que se ha venido utilizando hasta ahora "pone en grave riesgo el futuro de la negociación colectiva" en España.

Curiosamente, los sindicatos han encontrado a un inesperado aliado político en este ámbito. Y es que, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, tampoco apoya la petición de los empresarios.

Tales opiniones chocan con la expresada por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, este mismo jueves. Los agentes tienen que "tener en cuenta el actual contexto de desaceleración" y que "es importante que los salarios estén vinculados a la productividad", señala.

De este modo, la patronal se ha quedado totalmente aislada. Gobierno, oposición y sindicatos rechazan frontalmente bajar el sueldo a los millones de trabajadores cuyas condiciones laborales vienen fijadas por convenio.

Aumento histórico del paro


¿Resultado? La rigidez laboral se está traduciendo en un aumento histórico del paro. En los últimos meses, el desempleo crece a una tasa interanual próxima al 50%. Así, el pasado julio subió un 46% interanual, lo que se traduce en 1,1 millones de parados más en el último año. Además, todos los datos apuntan a que, tras la ligera caída intermensual registrada en julio (apenas 2.000 parados menos respecto a junio), el mercado laboral se enfrenta a un otoño negro.

En este sentido, la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo temporal (AGETT) estima en su último informe laboral que el ritmo de destrucción de empleo se intensificará en agosto y septiembre hasta una tasa del -7,7% interanual, lo que dificultará aún más la búsqueda de trabajo entre los parados. Por el momento, más de 2 millones de desempleados llevan más de seis meses buscando empleo.

Los trabajadores más afectados serán, en este caso, indefinidos y autónomos, tras la purga que han sufrido los trabajadores temporales, ahora en la cola del paro. Estos analistas estiman que la tasa de paro en España se eleve hasta el 19,5% a finales del presente año.

Prejubilaciones


Las empresas están reduciendo plantilla para ajustar los costes a los escasos beneficios. En este sentido, resulta revelador el aumento récord de las jubilaciones. En los cinco primeros meses del año, la Seguridad Social ha registrado 132.751 nuevos expedientes que corresponden a jubilaciones. Un aumento del 34% respecto a la media de los últimos 13 años, según datos del Ministerio de Trabajo.

La rigidez no sólo afecta al ámbito privado. El Gobierno se niega también a congelar el sueldo a los funcionarios. De hecho, éste ha aumentado más de un 3%.

Bajan los salarios en EEUU


La negativa a bajar salarios choca frontalmente con lo que sucede en EEUU. El salario medio de los trabajadores estadounidenses cayó un 4,7% interanual el pasado junio, informa Bloomberg. El ajuste en la primera potencia mundial se está traduciendo en un recorte sustancial de horarios (se trabajan menos horas) y, por lo tanto, en un menor sueldo.

Dicho proceso ha permitido que, de momento, la tasa de paro no supere el 10%. Además, la productividad de los trabajadores aumentó a una tasa anualizada del 6,4% durante el segundo trimestre debido, precisamente, al recorte de horas trabajadas, según datos del Departamento de Trabajo.

Los costos de la unidad laboral, un indicador de presión inflacionaria, bajaron a una tasa anualizada del 5,8%, la mayor caída en nueve años. Las remuneraciones horarias en el segundo trimestre subieron apenas un 0,2%, y si se tiene en cuenta la inflación el pago real de los trabajadores cayó un 1,1%, informa Efe.

Los beneficios empresariales derivan del recorte de costes

El informe explica por qué después de cinco trimestres de recesión económica las ganancias de las empresas florecieron entre abril y junio: mientras que la producción bajó en un año apenas un 1,7%, las horas trabajadas disminuyeron a una tasa anualizada del 7,6% y las remuneraciones horarias apenas subieron.

Asimismo, en tasa interanual, la productividad ha aumentado un 1,8%, y los costos laborales han bajado un 0,6%, pese a que la producción ha caído un 5,6%, la mayor reducción desde que en 1948 empezó a registrarse este dato. Las horas trabajadas han bajado un 7,3% en el último año, también la mayor caída de la cual se tenga registro. Desde 1985 la productividad en EEUU ha crecido a un promedio anual del 2,5%.

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