L D (EFE) Este resultado, basado en la nueva contabilidad internacional, incluye por primera vez a Abbey, que con su aportación de 153 millones de euros ha contribuido a impulsar las cuentas trimestrales de forma significativa, ya que sin ella, las ganancias hubieran crecido menos, el 20,59 por ciento, hasta 1.031,7 millones.
Los beneficios del primer trimestre no incluyen los 717 millones de euros obtenidos con la venta del 2,57 por ciento del Royal Bank of Scotland, porque el banco ha decidido destinarlos a un fondo para posibles contingencias que se irá invirtiendo a lo largo del año. El beneficio neto obtenido se apoya en un destacado incremento de la actividad general del Grupo y en consecuencia, de los ingresos, especialmente en el área de banca comercial en Europa e Iberoamérica, junto a una menor dotación para insolvencias.
El mencionado aumento de la actividad comercial del Grupo hizo avanzar el 27,9 por ciento al margen de intermediación -diferencia entre lo que la entidad gana por créditos y cobra por depósitos más dividendos-, que se situó en 2.358 millones de euros. El margen ordinario -que añade ingresos por comisiones y operaciones financieras- se situó en 4.538 millones de euros tras mejorar el 32,7 por ciento, ayudado por el incremento del 25,6 por ciento en la facturación por comisiones y la multiplicación de los resultados por seguros gracias a la aportación de Abbey.
También contribuyeron el crecimiento del 12,1 por ciento de los resultados por puesta en equivalencia, especialmente por la mayor contribución de Cepsa, y el avance del 38,8 por ciento registrado por los ingresos por operaciones financieras. En cuanto a los gastos, la incorporación de Abbey disparó esta partida y los hizo crecer un 41,34 por ciento, lo que condujo a un margen de explotación -que mide la actividad típica bancaria- de 2.053,7 millones de euros, un 26,8 por ciento más que hace un año.
La consolidación de Abbey ha duplicado la cifra de créditos y ha aumentado en un 70 por ciento los recursos gestionados de clientes, pero también ha supuesto una mayor diversificación geográfica de los riesgos, explica la entidad. La inversión crediticia del Grupo se situó en 377.256 millones de euros, algo más del doble que el año pasado, gracias a la incorporación de Abbey, sin el que esta partida hubiera crecido el 14,67 por ciento.
De los créditos, los que mejor reflejan la actividad del Grupo en España son los concedidos a otros sectores residentes, que crecieron el 17,6 por ciento, en tanto que la actividad hipotecaria creció el 23 por ciento. La tasa de morosidad se sitúa en el 1,07 por ciento del total de créditos, con una cobertura para posibles insolvencias del 162 por ciento. Sin tener en cuenta a Abbey, la morosidad hubiera bajado del 1,33 al 1,22 por ciento.
En cuanto al ahorro, los recursos gestionados de clientes ascendieron a 607.828 millones de euros a cierre de marzo, un incremento del 70 por ciento que hubiera sido de sólo el 9,8 por ciento sin la aportación de Abbey. Los fondos de pensiones registraron un importante crecimiento del 76,39 por ciento, en tanto que los fondos de inversión se incrementaron casi el 9 por ciento y los depósitos, el 66,93 por ciento.
Por lo que respecta a la presidencia, Botín podrá renovar indefinidamente por carecer el Santander de una edad de jubilación para sus máximos administradores, mientras que el presidente de BBVA podrá repetir como consejero, pero no como máximo ejecutivo, al cumplir durante su mandato la edad tope fijada en estatutos para ser presidente.