(Libertad Digital) El presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, parece que lo ha conseguido. Su política monetaria de reducción de tipos, destinada a combatir la crisis financiera internacional, no sólo no ha servido de nada, sino que ha contribuido a la elevación de precios en EEUU, tal y como adelantó LD.
La inflación repuntó en julio un 0,8 por ciento respecto al mes anterior, el doble de lo previsto por el mercado, hasta marcar un incremento respecto a julio de 2007 del 5,6 por ciento, el nivel más elevado de la inflación estadounidense desde enero de 1991.
Los precios de la energía registraron un aumento mensual del 4 por ciento y ya acumulan un encarecimiento interanual del 29,3 por ciento, mientras que los precios de los alimentos subieron nueve décimas en julio y suben un 6 por ciento en el último año.
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye la volatilidad de la energía y de los alimentos, repuntó tres décimas respecto a junio, mientras que en términos interanuales subió un 2,5 por ciento, en ambos casos por encima de las expectativas del mercado.
Por otro lado, el Departamento de Trabajo informó de que, durante la pasada semana, las peticiones iniciales de subsidio por desempleo disminuyeron en 10.000 solicitudes, hasta las 450.000, mientras que la media móvil de las últimas cuatro semanas fue de 440.500 peticiones, un aumento de 19.500 desde el dato anterior.