En todas partes del globo las empresas con control público son un desastre aunque es cierto que este desastre varía según el país de que hablemos, si es un país en el que hay un control serio sobre las cuentas el desastre es de menor proporción pero si se trata de un país en el que el control es inexistente, como es el nuestro, y si además los gerentes son políticos el desastre adquiere proporciones astronómicas.

Por una parte por lo que esos mismos gerentes sacan de la empresa entre sueldos astronómicos y gastos de coches, dietas, viajes, etc., y los de sus enchufados y por otra parte por las decisiones erróneas y absurdas debidas a su total ignorancia del sector de la empresa o debidas a la realización de contratos concedidos a empresas de amigos a precios superiores a los del mercado, muchas veces incluyendo "mordidas".

AENA daba beneficios hasta hace cinco años.

El problema no es el modelo público, sino la pésima gestión, y las inversiones estúpidas en aeropuertos deficitarios. Aeropuertos como los de Ciudad Real, León, Logroño, Lérida o Córdoba son claros ejemplos de politiqueo, amiguismo, y de inversión absurda para pescar unos miles de votos (mola eso de "tenemos aeropuerto en nuestro pueblo, aunque no lo use ni Perry"). Sin mencionar las comisiones, prebendas y tajadas que han sacado multitud de políticos nacionales/autonómicos/locales; ellos y sus amiguetes.

Sobre este extremo,¿le gustaría a LD investigar las obras concedidas por AENA a la Constructora San José, de la cual es uno de los mayores accionistas (oh, sorpresa) Pepiño Blanco?

En cuanto a privatizar el Control Aéreo, ¿supone eso el ciscarse en el Convenio Colectivo, suprimir los derechos de los trabajadores (aquéllos que los ignorantes llaman privilegios), en claro menoscabo de la Seguridad Aérea? Lo digo porque eso, ni más ni menos, es lo que lleva sucediendo desde hace más de un año. ¿Sabías que este tipo de cosas traen, por ejemplo, que se hayan multiplicado por diez los incidentes tipo A (riesgo cierto de colisión) en el control aéreo, debido al estrés y el cansancio de los controladores?

Qué historia tan bonita. Claro que allí no están Zetaparo y su panda de cerebros privilegiados, pues, si alguno de ellos asomase el bigote por la aduana, les darían con la puerta en las narices. Oigan, así cualquiera.