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Modas prohibidas: del nazismo alemán al lesbian chic italiano

El nazismo alemán, por desgracia, juega  un papel importante en la elegancia masculina, como la nefasta moda de la ‘hiper-sexualité’ infantil. (Volver)

esModa dijo el día 8 de Julio de 2012 a las 21:29:00:

Gracias por leerme y por vuestros comentarios que inauguran interesantísimos debates. Entran ganas de salirse de la moda y pasar a lo moral que está dentro de la política.

Por lo general se tiende mucho a empobrecer el nihilismo interpretándolo cada quien a sus manera. Son de las pocas pero majestuosas teorías que me quedo de Friedrich Nietzsche.

Un abrazo,
Katy Mikhailova

Alan1 dijo el día 8 de Julio de 2012 a las 01:40:17:

Herbert y Junguer, puede que ambos os columpiéis entre el acierto y el error...pero lo indiscutible es la exquisitez de los comentarios de ambos, cargados de saber, locuacidad y buenas formas, lo que produce auténtico placer al leerles.
GRACIAS.

Herbert dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 19:37:27:

mamenrg:

Ah, no hablabas del anuncio. Entonces, ¿tampoco te referías a mi comentario? Digo, cuando dices: "no se refieren al gang bang". Más que nada porque el único que ha mencionado la expresión "gang bang" antes que tu he sido yo. Lo interpreté como una corrección.

Si lees de nuevo mi comentario, verás que dejo claro que las violaciones en grupo, y su escenificación, ni son algo que provenga de los suburbios de las ciudades europeas de finales del siglo XX, ni de los años 50 en USA, ni de del Islam... Se trata una conducta sexual monstruosa que se viene conociendo desde que la historia existe, y se torna particularmente frecuente en toda clase de conflictos bélicos (ejemplos históricos no faltan).

Lo que he venido a decir es que la conducta humana ha generados una serie de mecanismos culturales que convierten la violencia en un mero ritual, lo que la torna en inofensiva. La violencia sexual no está exenta de tales mecanismos. Lo que digo es que la violencia, la sexual también, forma parte del repertorio de comportamientos que naturalmente cabe esperar de la humanidad, y las cárceles están llenas de ejemplos. Y por último, lo que digo es que la ritualización de la violencia, de cualquier tipo, es el modo en que las sociedades humanas evitan que tales comportamientos, más o menos innatos, causen más daños de los que ya provocan.

No me estoy inventando nada, todo esto está estudiado por sociólogos y psicólogos competentes, además de resultar extraordinariamente coherente con los comportamientos de violencia ritual que se se presentan en otras muchas especies, y que la etología ha estudiado hasta la saciedad.

mamenrg dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 19:05:08:

yo no hablaba del anuncio, yo solo decia que el rito de la violacion en grupo no era una cosa de pelicula porno.

en cuanto si no me crees en cuanto a lo otro, google esta lleno de historias

o leete el libro o mira la pagina de " NI PUTES NI SOUMISES"

no son por desgraciia delirios mios

Herbert dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 18:26:29:

Junguer:

Por otra parte, es interesante y llamativo que se considere usted a salvo de la moralidad que tratan de imponer "el mercado, la caja tonta y la publicidad", mientras que se muestra convencido de que el resto de la humanidad es vulnerable a semejantes inventos diabólicos.

Por eso se siente salvador del resto de la humanidad, y considera justo y necesario que su moralidad, y la de quienes piensan como usted, se imponga al resto de la humanidad por la coerción del estado. Es decir, defiende usted un estado totalitario que imponga su moral (la suya de usted) al resto de sus conciudadanos. Magnífica demostración de que es usted fascista (por la boca muere el pez).

Lo que es utópico, mi querido amigo del fáscio, no es el liberalismo, sino pensar que el estado puede y debe controlarlo todo, y que el estado tiene "derecho" a determinar las conductas privadas de las personas.

Lo que es rematadamente estúpido, ideologicamente deshonesto y de una soberbia que produce vergüenza ajena, es pensar que alguien, por medio de la coerción del estado, sería capaz de resolver todos los problemas de la humanidad, y no causar muchos más de los que intenta solventar.

El estado debe poner límites, naturalmente que sí. Pero no los que usted pretende. Lo que usted no debería permitir es que el estado ponga límites en lo que puede hacer consentidamente en su propia cama. Mucho menos debería permitir que el estado decida lo que a usted debe o no debe gustarle en un anuncio publicitario. Asómese a la ventana de internet, porque se encuentra usted completamente ajeno a la realidad, particularmente a la realidad publicitaria.

Insisto, se encuentra en un medio liberal, y pierde su tiempo lanzando sus peroratas contra quienes somos liberales. Ya le dije que es usted muy libre de hacer lo que le plazca, pero aquí le van a dar golpes hasta en el DNI.

Herbert dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 18:25:47:

Junguer:

Que casualidad que sea precisamente un socical-fascista declarado, como es su caso, quien pretende dar lecciones de moral y explicar a los demás como debe ser impuesta la suya de usted.

Critica usted a la "sociedad moderna y nihilista", sin duda por oposición a la sociedad "antigua y reaccionaria", que usted defiende, siempre aferrada a cosmovisiones que ofrecen sentidos disparatados de la vida, como el islamismo, el medievalismo, o su amado fascismo socialista.

Le agradezco que declare su ideología opuesta a la modernidad, ya que con ello contribuye aún más a dejar clara su manera de pensar, absolutamente reaccionaria. Pero niego su premisa; nihilista lo seré yo (naturalmente que lo soy), pero que lo sea la sociedad, es mucho más que discutible. Particularmente en un país como España, donde la inmensa mayoría de la población se declara creyente en Dios.

Por cierto, debería usted comprender que el nihilismo no tiene porqué tener nada de peyorativo, y es ridículo que utilice el término para descalificar. El nihilismo no es más que una forma de pensamiento que niega que la vida humana tenga propósito previo alguno, ni trascendente ni de ninguna otra clase. Dicho de otro modo, su vida carece de cualquier propósito más allá del que usted mismo quiera darle. En mi caso, lo sostengo. Si prefiere usted creer en un plan general que determina una misión trascendente para la realidad, es asunto suyo. Pero no pretenda imponer esa manera de pensar a todos los demás; nunca podrá lograrlo.

Herbert dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 17:37:13:

mamenrg: Si, claro. Por eso los tipos de los anuncios son caucásicos que van vestidos como occidentales ricos, con ropas y complementos occidentales de marcas caras, cabellos cortos y sin barba. Porque, obviamente, representan a musulmanes violadores radicales de los suburbios de las capitales nórdicas ¿verdad? En estos asuntos cada cual tiene sus delirios, por lo que veo ...

Llama la atención que sea precisamente este el ejemplo que aportas; una religión que reprime con crudeza la sexualidad de sus practicantes, y sin embargo algunos de sus partidarios no se conforman con una mera representación, que acaban ejecutando espantosas violaciones. Ejemplo precisamente de lo que decía, que la represión de ciertas conductas no hace otra cosa que fomentarlas hasta el extremos demenciales.

mamenrg dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 16:55:43:

no se refieren al gang bang

se refieren a las violaciones colectivas, conocidas como TOURNANTES, muy comunes en los barrios perifericos de las grandes urbes de Francia, Alemania, y los Paises EASCANDINAVOS.

Los violadores son en un 99% de origen no europeo y de la religion de la paz.

La victimas son chicas europeas o chicas magrebis que se nirgan a llevar el velo.

Si quieren saber más, lean " Dans l'enfer des tournantes"

Junguer dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 15:07:27:

Herbert, que casualidad que usted sea tan poco moral conociendo sus tendencias políticas y religiosas...(de casual tiene poco)



La sociedad moderna masificada y nihilista es una masa amorfa siempre manipulada y manipulable, de ella no sale nada, salvo el desorden.

Si el estado no controla ni pone ningún tipo de norma quien la impone es el mercado, es decir, el interés mercantil del poder económico.

Desde hace unas décadas las referencias morales de mucha gente no son controladas por el estado, sino por la publicidad y la caja tonta(en manos principalmente de cadenas privadas tipo Telecinco).

Desde la publicidad y los medios de comunicación privados tambien se adoctrina y se machaca con la ingenieria social, el consumismo exacerbado, la superficialidad, el relativismo...

Herbert, ese liberalismo tan"bienpensante"(o tan destructor) es utópico, y como toda utopía es ridícula.

El estado debe poner límites, porque sino pasa lo que pasa actualmente, que es el mercado y su publicidad los que "moralizan" a la gente, y no hay nada más amoral que las pretensiones comerciales y económicas que reducen al ser humano a una simple máquina de producir-consumir y una vez más el ultracapitalismo acaba fusionandosé con el marxismo económico, para estas ideologías el hombre es un mero medio de consumo y producción, como si no tuviera derecho a tener un arraigo, una moral, una espiritualidad trascendente y unos valores.



Herbert dijo el día 7 de Julio de 2012 a las 13:41:15:

pepitapu: Supongo que se refiere al "ritual porno" del gang-bang, una especie de actualización de un hábito sexual poco frecuente, pero practicado desde siempre.

Consiste en el fingimiento de una violación de una o más personas por un grupo mayor. No deja de ser conveniente que estas cosas se queden en meros rituales, ya que la forma "genuina" se ha venido practicando, al menos, desde que existe la historia humana.

Sinceramente, siempre he pensado que reprimir esta clase de conductas rituales sólo contribuye a que dejen de serlo, y se conviertan en un verdadero problema al "aflorar" en sus formas genuinas. Pero tampoco me parece apropiado que las marcas de moda las utilicen con la intención de generar escándalos y promocionarse.

No soy partidario de prohibir casi nada, y menos una campaña publicitaria. Actuar contra una campaña sólo consigue que funcione mejor y, por lo tanto, sirve para fomentar esta clase de procedimientos publicitarios.

Si dejamos al publicista actuar libremente, la falta de pudor de una campaña debería ser suficiente para que la mayoría del público la rechazase, sin que se establezca una polémica que sirva para ganar adeptos incondicionales.

Las campañas publicitarias que la mayoría del público rechaza están condenadas al fracaso, siempre que no se conviertan en motivo de debate por sí mismas. Entonces, mejor dejemos que fracasen solas, y así desaparecerán del escenario como por arte de magia.

Además, si a la mayoría del público le gusta una campaña, por impúdica que sea, ¿porqué tendría nadie que prohibirla? El estado no está para determinar lo que es moral o inmoral, o lo que es púdico o impúdico. Es la sociedad misma quien crea y destruye estas convenciones, y el estado bebe respetarlas y adaptarse a la sociedad, no al contrario.

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