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Increíble pero falso: Verdadoso compulsivo

Increíble pero falso tiene un estupendo inicio, y a lo largo de su metraje se suceden bromas espléndidas, pero la impresión general es que se trata de un film desangelado y fallido que sólo se contempla con curiosidad. Una pena, porque originalidad y momentos memorables no le faltan.

La premisa inicial del film es de lo mejor que hemos podido ver este año: En un mundo en el que nunca nadie ha mentido; en el que el concepto de cine es un hombre en bata sentado en un sillón leyendo un libro de historia; en el que todo el mundo dice lo primero que se le pasa por la cabeza… Mark Bellison (Gervais) inventa la primera mentira.

La presumible cadena de equívocos que esto genera nos emplaza a esperar lo mejor, pero el film sólo exhibe el músculo que le presumimos a Gervais de forma ocasional. El autor de series como ‘Extras’ o ‘The Office’ opta finalmente por hacer un film fundamentalmente agradable y sólo ocasionalmente despiadado, que prefiere inclinarse finalmente hacia los designios de la comedia romántica. Y esto, en el caso del protagonista de Me ha caído el muerto, es síntoma de que algo no va del todo bien, ya que el actor, guionista y director suele convertir lo políticamente incorrecto en motivo principal de disgresión. El humor de Gervais encuentra la razón de su existencia en el ataque sistemático a la corrección política, lo que lo convierte en algo definitivamente incómodo de ver. Y a la vez, enormemente divertido y siempre inteligente.

Además, el film debería haber sido mejor ajustado en su fase de montaje. Increíble pero falso da cierta impresión de sosería, de dilatación innecesaria en algunos tramos, que nos revelan a Gervais como un excelente actor y guionista, pero quizá como aún un mediocre director. Pero nada de esto nos impide ver el bosque. El film apunta ideas lúcidas que dan sopas con ondas a la mayoría de comedias del panorama actual. Y Gervais, desconocido por estos lares, es una presencia que en pantalla destila afecto y cinismo a iguales paletadas.

Éste se rodea de un reparto notable al que no le saca todo el partido. Jennifer Garner da muestra otra vez de su encanto y talento, pero secundarios como Rob Lowe o Tina Fey merecían más (atención al momento en el que Lowe le espeta al protagonista las razones de su odio hacia él). Increible pero falso tiene gags auténticos y memorables que apuntan maneras y que revelan una comedia de primera categoría que no ha sido del todo cocinada. Las escenas que hacen referencia  a la publicidad (en un mundo donde no existe la mentira…), a cierta marca de refrescos, o la inteligente reflexión sobre el cine bien valen el tiempo invertido. Y atención al cameo de cierto actor y estrella como policía. Una pena que Gervais no le saque todo el partido al mundo que ha creado, y sobre todo, que no acierte con el ritmo.

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