Sophia siempre serás la musa de mis sueños, no hay comparaciónentre alguién cómo tú y esas niñs anoréxicas perdidas.
Pero Sofía, no compares el caviar con las patatas fritas. Tu eres el caviar, claro.
Cuánta razón tiene en eso del cine: no hay nada realmente impresionante. Lo mejor no pasa de ser meramente entretenido. y esta sí que es una hembra de cuidado. La vi en persona ya sesentona, y me dije: Dios mío, cómo tuvo que estar en sus mejores tiempos
ninguna te llega ni te llegará nunca a la altura de la suela de tus zapatos, maravillosa Sophia.