Tal día como hoy, 13 de diciembre, pero de 2010, Libertad Digital reproducía en su portada las palabras del concejal de Hacienda y vicesecretario local del PSOE de la localidad granadina de Macarena bajo el título: "Un socialista dice sobre Cortés que "nada como una hija muerta" para entrar en el PP".
El protagonista de estas desafortunadas palabras era Antonio García Leiva que, tras la visita de Juan José Cortés a Granada y criticar las obras del metro de la ciudad que le hicieron "llegar tarde" a una reunión, escribió en su muro de la red social Facebook: "Nada como una hija muerta para entrar por la puerta grande en el PP". El padre de, Mari Luz Cortés, la menor asesinada en 2008 y asesor del PP en materia de justicia lamentó "estas descalificaciones" hacia su persona y confió en que el concejal socialista le pida disculpas "públicamente". Además, pidió al PSOE que destituyera a García Leiva de su cargo.
De la misma forma, dejó claro que tras las fiestas navideñas tomaría las medidas "oportunas" ya que la difamación es "un delito". Cortés indicó que eran unas declaraciones "muy duras", que hacían alusión a su hija por lo que aseguró que "si me dedico a la política es porque yo quiero, tengo una lucha que voy a llevar hasta las últimas consecuencias y si tengo que hacer uso de la política lo haré", aunque insistió que su afán es "trabajar para mejorar la justicia".
Un día después de sus ataques a Cortés, el concejal del PSOE mostró en un comunicado su "malestar" por la repercusión provocada por sus comentarios y aseguró que "en ningún momento pretendía molestar al padre de Mari Luz o a su familia ni opinar sobre sentimientos personales o sobre lo que pueda pasar por la mente de una persona que ha sufrido esa tragedia". Se justificó diciendo que "tan sólo quería mostrar de forma personal mi indignación por el uso político que el Partido Popular ha hecho de la tragedia familiar del señor Cortés".
El asesor del PP aceptó las disculpas del concejal aunque dejó claro que "no permitirá que nadie atente contra la memoria" de su hija y que las palabras de García Leiva "no pueden quedar en agua de borrajas". Por ello, indicó que había asuntos "intocables" como la memoria de las personas fallecidas, y "más en circunstancias trágicas", por lo que no entendía que el PSOE "no recrimina" su actitud.