Tal día como hoy, 24 de enero, pero de 2012, Libertad Digital llevaba en su portada el nuevo ataque a Hermann Tertsch: "Wyoming organiza una campaña de linchamiento contra Hermann Tertsch". Fue desde el programa El Intermedio que dirige y presenta en La Sexta. En él pidió a todos sus espectadores que participaran en la "Campaña Hermann Tertsch", que consistía en hacerse seguidores del periodista en Twitter con la intención de mofarse de él, ya que se les pedía que unos días después todos los "falsos seguidores" dejaran de seguirle en bloque.
Tertsch denunció en Libertad Digital una "agresión brutal" ya que, según él, en torno a 3.000 seguidores de Wyoming le comenzaron a seguir en Twitter y que estos le insultaron y denigrado. Para el periodista, la actitud de algunos de estos tuiteros es de "camisas pardas, auténticas juventudes hitlerianas".
El enfrentamiento entre Hermann Tertsch y El Gran Wyoming comenzó en diciembre de 2009 después de que dijera en el Diario de la Noche de Telemadrid ante el secuestro de tres cooperantes en Mauritania: "Les aseguro que si yo pudiera matar a quince o veinte miembros de Al Qaeda por liberar a nuestros tres compatriotas, lo haría sin la menor duda". Entonces, desde el programa de La Sexta emitieron un videomontaje en el que juntaban frases del periodista para hacerle decir que "les aseguro que si pudiera matar a quince pacifistas que prefieren morir a matar lo haría" o "les aseguro que si pudiera matar a quince o veinte ministros por algo de dinero, lo haría".
El entonces director y presentador del informativo nocturno de Telemadrid confirmó a LD que estaba preparando una demanda contra Wyoming y La Sexta porque "no se puede permitir que salgan impunes de esta canallada". Añadió que "ponerme como un asesino en televisión como ha hecho, sobrepasa todas las líneas de actuación" y que "como pasa en EEUU, el que la hace la paga y Wyoming y La Sexta van a pagar esto muy caro".
Tras la agresión a Hermann Tertsch
El periodista fue hospitalizado después de que un individuo le propinara una patada tipo kárate en la espalda sin mediar palabra, lo que le provocó varias costillas rotas, un pulmón encharcado y diversas contusiones.
Se insinuó entonces que El Gran Wyoming era el instigador de la agresión por haber llamado asesino en varias ocasiones al presentador de informativos. Allí se presentó como "víctima" y dijo que "el que se siente víctima soy yo. Veo que quieren destruir mi carrera y mi prestigio por unos hechos que me son ajenos". Además, atacó duramente a Esperanza Aguirre porque "considero que me ha hecho un daño terrible al señalarme como instigador". Más tarde intentó justificar los ataques a Tertsch en su programa e indicó que "los vídeos que emitimos están manipulados y son en clave de humor" por lo que "sólo intentamos ridiculizarle, no acusarle de ser un asesino".
El propio Hermann Tertsch desvinculó la agresión de la querella que interpuso contra Wyoming y La Sexta: "nunca he dicho que Wyoming estuviera vinculado a la agresión, y ésta no tiene nada que ver con la querella" aunque no eximió al presentador de El Intermedio de su responsabilidad: "Va a pagar caro sus gracias que ponen en peligro a toda mi familia y a mí, porque son una invitación a ir contra nosotros".
Seis meses después de la agresión, El Gran Wyoming siguió mofándose del periodista. La cadena Cuatro de el Grupo Prisa emitió un reportaje en su programa Callejeros en el que preguntaban a una cliente habitual del bar en el que fue agredido Hermann Tertsch. Dijo que el periodista "estaba muy puesto, bastante puesto" y que le pegaron "porque entró a una señora que venía con su marido". Este testimonio sirvió para que Wyoming dijera que "iba tan puesto que Ernesto de Hannover le tuvo que pedir una tónica" y que "detrás de la agresión, no estaba la W de Wyoming sino de White Label".
En julio de 2011 se desestimó la demanda de Tertsch contra Wyoming. Según la sentencia, Hermann Tertsch es un personaje público cuya "imagen podría ser objeto de utilización no solamente en el momento inmediato en que fue tomada, también con carácter posterior". Además, el fallo judicial utilizó un argumento extraño al afirmar que cuando el espectador ve a El Gran Wyoming y El Intermedio lo hace "para reírse, para escuchar sus chistes y para ver los montajes de los vídeos que se proyectan, que cualquier telespectador medio es consciente de que estamos ante montajes realizados para entretener. No los confunde nunca con la realidad".