Tal día como hoy, 21 de octubre, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada la reacción del entonces director del programa Hoy por hoy al comunicado de la banda terrorista ETA en el que anunciaba el "cese definitivo de su actividad armada". Un día después del anuncio de ETA Francino se trasladó a Bilbao para emitir una edición especial del programa de la Cadena SER.
La noticia de los etarras, acompañada de una canción, emocionó a algunos seguidores de la SER que asistieron al programa y que contagiaron a su director. Carles Francino acabó llorando y se escudó diciendo que "hay una señora que lleva llorando toda la mañana y al final he conseguido que llore yo. Estoy llorando como una 'Pepa'".
No fue el único periodista que acabó entre lágrimas. José María Calleja acudió de tertuliano al programa Espejo Público de Antena 3 y tuvo que recibir el consuelo de Susana Griso, que le arrulló pidiendo que se tranquilizara.
Estos dos periodistas se contagiaron de los llantos de los políticos por el "cese" de los terroristas. El primero en hacer visible su emoción fue Rubalcaba que se quedó al borde del llanto. Fue en su comparecencia en la sede del PSOE cuando habló, con voz temblorosa y los ojos vidriosos, de "victoria en la derrota del terrorismo". Al día siguiente, dijo en la emisora del Grupo PRISA que había "dormido poco y llorado mucho".
El exalcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, lloró en directo en un acto de homenaje a las víctimas junto al ministro de Presidencia. Ramón Jáuregui pronunció un discurso muy sentido en el que habló del final del terrorismo: "Se acabó el mirar a cada lado de la calle cuando salíamos del portal, se acabó dar instrucciones a nuestros hijos para que no abran la puerta a nadie, se acabó el mirar debajo del coche". Elorza, situado detrás de él, no pudo reprimir un llanto que, aunque mudo, era visible.
Zapatero también derramó lágrimas, aunque no lo hizo de cara al público. Así lo reveló el expresidente del Congreso José Bono: "Yo he visto llorar a Zapatero por este asunto y comprendo su emoción. Por eso le quiero decir públicamente que el éxito es grande por tu parte".
Todas estas lágrimas de los socialistas vivieron el momento culmen en un acto del PSOE en San Sebastián que definieron como el primer "acto celebrado en libertad". Allí se emocionaron de nuevo Rubalcaba y Odón Elorza y se unió el lehendakari Patxi López, cuyo llanto fue tan descontrolado que se vio obligado a parar su discurso para secarse las lágrimas con un pañuelo.