Su Majestad el Rey Juan Carlos I presidió este viernes el acto central del 250 aniversario de la Academia de Artillería del Ejército de Tierra, que tuvo lugar en los jardines del Alcázar de Segovia, primera sede oficial que tuvo esta academia que, a día de hoy, es el centro de enseñanza militar en activo más antiguo del mundo, y que comenzó a funcionar oficialmente el 16 de mayo de 1764, por orden del rey Carlos III.
El Monarca llegó en su coche oficial pasados unos minutos de las 13.00 horas, entre los aplausos de un importante número de ciudadanos congregados en los alrededores del recinto, y se bajó del mismo a escasos metros de la tribuna presidencial, situada en la plaza de la Reina Victoria Eugenia. Bajó del vehículo ayudado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, quien le acompañó hasta la ubicación que ambos tenían en el acto.
Vestido con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, fue saludado entonces por un importante número de autoridades militares y políticas asistentes al acto, entre los que destacaban el Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), Jaime Domínguez Buj; el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el director general de la Academia de Artillería y presidente del Patronato del Alcázar, Alfredo Sanz y Calabria; o la presidenta de las Cortes de Castilla y León, María Josefa García Cirac.
El himno nacional y unas salvas de artillería dieron inicio al acto, en el que intervino el coronel Jefe de Estudios de la Academia de Artillería, Javier Alonso, que hizo un resumen de la de la primera lección que se impartió en el centro y que versó sobre la importancia del estudio de la teórica para desempeñar en la práctica el servicio de Su Majestad y lo imprescindible del enfoque de la enseñanza artillera desde la teórica matemático-científica.
Concluida esta intervención, Don Juan Carlos fue el encargado de entregar la Medalla de Oro del Patronato del Alcázar a la Academia de Artillería, que fue recogida por el director de la institución, Alfredo Sanz y Calabria. Se da la circunstancia de que el Rey fue el primero en recibir esta condecoración, cuando en presencia de la Reina doña Sofía, le fue entregada en junio de 1995.
Se inició entonces un sentido homenaje a los militares que han dado su vida por España, con la colocación de una corona de flores en el monumento que recuerda a los capitanes artilleros Luis Daoiz y Pedro Velarde en el patio del Alcázar. Tras esto, se cantó del Himno de los Artillerosy las unidades presentes desfilaron ante la tribuna presidencial.
Concluido el acto, el Rey y Pedro Morenés, acompañados por el resto de autoridades civiles y militares, entraron a pie en el Alcázar para que Su Majestad firmase el Libro de Honor de la Academia. En el Patio de Armas de la fortaleza, pasadas las 14.00 horas, se ofreció un vino español en el que el ministro de Defensa ha dedicado un brindis al Su Majestad.