Preguntado por la noticia desvelada por El Periódico de Cataluña, el presidente del Gobierno lo confirmó: "Rigol ya lo ha reconocido, esas conversaciones se celebraron".
Las negociaciones tuvieron lugar en las últimas semanas. En ellas participaron el asesor áulico de Rajoy, Pedro Arriola, enviado por el Gobierno, José Enrique Serrano, eterno fontanero del PSOE desde los tiempos de Felipe González –tenía un despacho contiguo en Moncloa-- y Joan Rigol, un democristiano de CiU.
Rajoy confirmó que envió a Pedro Arriola. "Había una persona en representación del gobierno y de mí mismo", dijo, al tiempo que lamentó que "las conversaciones no pudieron evitar que se celebrase el referéndum". A pesar de que minutos antes había dicho que el referéndum "no se celebró", y poco después comentó las cifras de participación en el referéndum.
Las negociaciones se celebraron en secreto, hasta el punto de que en el Partido Popular de Cataluña, incluida su presidenta Alicia Sánchez-Camacho, no tenían ni la menor idea hasta que lo publicó el sábado El Periódico. Esto causó un enorme malestar en las filas del PPC, pero sus dirigentes fueron llamados al orden por Génova y Moncloa.
En privado el malestar de la gente del PPC es evidente, pero en público todos son elogios de sus dirigentes a Rajoy y Soraya y ataques furibundos a quienes, como Libres e Iguales, han criticado al Gobierno. Hasta el punto de que una desconocida diputada del PPC, Dolors Montserrat, le negó "la legitimidad" para opinar sobre Cataluña a otra diputada, Cayetana Álvarez de Toledo, por no ser catalana.