El artefacto colocado en el coche que un hombre empotró esta mañana contra la sede nacional del PP se activaba en el momento, encendido las cabezas de cerillas colocadas como iniciador, o a través de un temporizador, según ha explicado este viernes en rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso José Fernández Díez.
Los agentes expertos en explosivos (Tedax) desplegados en el lugar albergan dudas de su efectividad, ya que el número de cabezas de fósforos podía no ser suficiente para provocar la explosión del artefacto.
No obstante, ha insistido en que había posibilidades reales de que explosionara, una deflagración que hubiera afectado, según el jefe policial, gravemente a la estructura de la planta baja y de manera colateral a otras plantas de la sede del PP y a edificios aledaños, aunque no hubiera provocado el derrumbamiento del edificio.
Según declaró el detenido a la Policía, el artefacto que un hombre introdujo esta mañana en la sede del PP de la calle Génova contenía 5,8 kilos de nitrato amónico y estaba preparado para explotar en una hora y media. Estos 5,8 kilos de nitrato amónico, mezclado con combustible, y se habían adosado dos bombonas de gas butano, un temporizador y un iniciador, fabricado a partir de cabezas de cerillas.
"El fallo o no del artefacto iba a depender del iniciador, que eran cabezas de cerillas, y si lo hubiera encendido podría haber funcionado", ha explicado el mando policial, que ha incidido en que de haber explosionado "habría causado graves daños" tanto en la sede del PP como en los edificios aledaños.
