El diputado opositor venezolano Julio Montoya inició este lunes una visita a España para informar al Tribunal de Cuentas sobre pagos desde su país a CEPS, la sociedad vinculada a los dirigentes de Podemos.
Montoya dice tener en su poder más de 270 documentos cuya autoría atribuye a esa fundación -aunque no vienen firmados ni llevan logo alguno de CEPS- y que muestran las recomendaciones que el Gobierno de Maduro recibía para, entre otros asuntos, atacar políticamente a Capriles o mostrarse como la garantía de bienestar de los más empobrecidos frente a un modelo neoliberal que está dejando sin casas a "millones de personas en el Norte", como sucede con los desahucios en España, se dice en esos informes.
También denuncia que la fundación vinculada a Podemos siguió asesorando a Maduro tras nacer como partido.
Monedero evitó este lunes el tema diciendo que "algunos quieren llevar el debate a 7.000 kilómetros". "Quienes insisten en eso, quieren enturbiar la campaña electoral", afirmó Monedero.
Maduro contra los opositores
La Razón también ha revelado este martes que la fundación Centro de Estudios Politicos y Sociales, a la que pertenecieron Iglesias, Errejón, Alegre, Bescansa y Monedero, jugó un papel decisivo en la radicalización del discurso de Nicolás Maduro contra la oposición democrática en Venezuela entre octubre y diciembre de 2014, tal y como se desprende de documentos internos del Gobierno chavista que ha facilitado Montoya.
Los más de 270 documentos aportados por Montoya desvelan hasta qué punto CEPS y el aparato de comunicación del régimen chavista funcionaban como una maquinaria de propaganda coordinada.
Comparando los informes elaborados desde España por CEPS con los discursos que el propio Maduro pronunció en esos actos, La Razón explica que queda claro que –por lo menos entre octubre y diciembre de 2014, periodo que cubren los documentos aportados por Montoya– Maduro siguió muy de cerca las pautas y la estrategia aportada por la fundación de Podemos.
El caso de Robert Serra
La Razón cuenta que son especialmente significativos los consejos de CEPS a Maduro sobre cómo lidiar con la oposición democrática venezolana y, concretamente, con el relato utilizado por el chavismo para utilizar propagandísticamente la trágica muerte del diputado oficialista Robert Serra.
Serra fue asesinado en su domicilio en lo que la prensa venezolana explicó como un caso de robo por parte de uno de sus propios guardaespaldas. Sin embargo, el Gobierno explicó el crimen dentro de una trama de violencia organizada por grupos paramilitares colombianos vinculados con la oposición al chavismo, quienes habrían lanzado un programa de asesinatos selectivos especialmente macabros contra carismáticos líderes de la revolución bolivariana.
La fundación CEPS ayudó a la instrumentalización política del suceso como puede verse en el documento elaborado para orientar la estrategia de comunicación de Maduro de cara a la "Marcha contra el Terrorismo: Venezuela Unida por la Paz". En este documento se aconseja al presidente que articule su discurso en torno a "ideas fuerza" como: "El Chavismo es Paz", "el legado de Robert (Serra) es eterno", "cada joven venezolano activado en pro de la paz, de la igualdad social y de la tolerancia es Robert".
Seguido se dibuja el relato para relacionar a la oposición con el asesinato: "La violencia antichavista adopta cada vez formas más complejas y salvajes, de la guarimba al sicariato, del sicariato a la paramilitarización de las bases radicales de la oposición: el fascismo". Y se adelanta cuál será la respuesta del régimen: "El peso de la ley, y del Estado de Derecho con toda su fuerza caerá implacable sobre los que ejercen esta violencia, sobre los que la planifican y sobre los que la amparan".