La investigación del caso Gürtel ha recibido un impulso en los últimos meses. La instrucción, que lleva a cabo el Juez José de la Mata en el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, ha dado un nuevo giro tras analizar las grabaciones que realizó la ex trabajadora del Ayuntamiento de Boadilla del Monte y testigo de la fiscalía en el caso, Ana Garrido.
Dichas grabaciones fueron entregadas por la expareja de Garrido, Juan Carlos Díaz, antes de verano, tras descubrir que se encontraban en el portátil de su hija, marca "Acer" modelo "Ferrari ONE 200 series", y que podrían contener información relevante sobre la trama corrupta.
Actualmente, el ordenador es custodiado celosamente por el juez De la Mata y una copia del contenido está en poder del Grupo XXI de la UDEF encargado de su análisis. En dichas grabaciones, salen a relucir nombres de dirigentes del PP y de concejales y ex concejales de Boadilla.
Según fuentes del caso, las nuevas líneas de investigación abiertas con estos audios llevarían al magistrado a plantearse dividir la causa en tres piezas separadas. Las grabaciones están almacenadas en carpetas con varios nombres como "Gürtel" o "Pedreira" (en alusión al anterior instructor del caso, el Juez Pedreira). Además, dichas carpetas contendrían decenas de subcarpetas más.
Los audios fueron grabados prácticamente a diario por Garrido durante cerca de 2 años y son centenares de gigabytes de memoria que escudriñan con minuciosidad los investigadores. Tanto es así, que el juez De la Mata ha pedido analizar los metadatos del ordenador portátil que contiene las grabaciones. Los metadatos son descripciones de los archivos que hay en un ordenador y que a su vez aportan información sobre las fechas, formato o modificación de los propios archivos.
Las grabaciones "retocadas" de Garrido
Parte de estos audios fueron presentados como prueba por Ana Garrido en el juicio por mobbing que mantiene con el ayuntamiento de Boadilla del Monte. Estas grabaciones, según denunció su ex pareja Juan Carlos Díaz, fueron "cortadas y retocadas".
La Justicia ha dado dos veces la razón a Garrido y el último recurso presentado por el consistorio de Boadilla está a la espera de ser resuelto por el Tribunal Supremo.