Lo ha hecho en modo de artículo de opinión publicado en los diarios del grupo Joly que trata de poner contra las cuerdas a Podemos para que ceda y, de paso, aislar a Susana Díaz que no quiere oír hablar de Podemos. La frase clave de su artículo es esta: "Si nos viéramos abocados a ellas (nuevas elecciones) sería un fracaso de los partidos políticos que habría que explicar a los españoles. Y cualquier estrategia política dirigida a buscar réditos electorales con una nueva convocatoria representaría una grave irresponsabilidad ante los ciudadanos". Esto es, hay que hacer todo lo posible para formar un gobierno de las izquierdas.
O sea, Pedro Sánchez debe intentar formar gobierno cuando fracase - algo que se da por hecho -, el PP de un Rajoy que no piensa en dimitir para facilitar un gobierno conjunto. Pero Chaves, por si fuera poco, debilita el trazo de líneas rojas y condiciones previas para empezar el dialogo. Esto quiere decir que las líneas rojas explicadas por el Comité Federal, los barones y singularmente por Susana Díaz, no deben limitar las negociaciones.
Manuel Chaves, expresidente de la Junta que se sintió traicionado por Susana Díaz en el caso ERE como revela un reciente libro, niega toda opción a un gobierno del PP propiciado por acción u omisión por el PSOE. "La gran coalición entre el PP y el PSOE no parece factible, falta la cultura política para ello o tememos las consecuencias electorales derivadas de una decisión tan comprometida... sólo la abstención del PSOE y de Ciudadanos harían posible la investidura de Rajoy en una segunda votación. Y el PSOE ya ha declarado, sensatamente, que no está dispuesto a facilitar, por activa o pasiva, un gobierno de derecha."
Chaves se da cuenta, naturalmente, de que el intento de Pedro Sánchez es muy difícil. ¿Cabe la posibilidad de un Gobierno de izquierda protagonizado por el PSOE? Según Chaves, "las cuentas son complicadas a menos que Podemos una sus votos al PSOE y el resto de los partidos, salvo el PP lógicamente, se abstengan". No hace mención a la ayuda que sería una abstención de los partidos separatistas. Para ello, anima a practicar lo que conceptúa como "buena política", que no tiene nada que ver con la vieja o nueva política: el diálogo, la negociación y el acuerdo desde la izquierda.
No se le oculta que encima de la mesa está la exigencia por parte de Podemos de un referéndum de autodeterminación para Cataluña y la comunidades autónomas, exigencia que representa un obstáculo insalvable para Susana Díaz y el Comité Federal. Pero Chaves subraya que "a pesar de las dificultades, el PSOE y su secretario general tienen ante los ciudadanos y sus electores el deber de intentarlo sin cortapisas internas, lo cual no quiere decir que tengan que negociar a cualquier precio. Nadie debería reprochar al PSOE que no asume su responsabilidad y que no está dispuesto al dialogo con el resto de la izquierda. En todo caso, la responsabilidad recaería sobre quien imposibilita un acuerdo, facilitando la secesión de un territorio a través de un referéndum de autodeterminación."
Díaz insiste en la defensa de la unidad nacional
Susana Díaz reconoció ayer que el PSOE tendrá "problemas" para poder formar gobierno en caso de que Mariano Rajoy no consiga los apoyos necesarios. Sin embargo, cuenta el grupo Joly, dejó claro que si bien su partido tiene toda la legitimidad "para explorar" otras vías si los populares fracasan, su posición sigue siendo la misma de hace unos días, la que se acordó en el comité federal. O sea, las líneas rojas desdeñadas por Manuel Chaves.
La presidenta andaluza subraya que cualquier negociación con otra fuerza -en relación a Podemos- pasa por que el partido de Pablo Iglesias abandone "la autodeterminación, la independencia y querer romper el proyecto de España". "La alternativa al PP es el PSOE" y el comité ha marcado "una hoja de ruta clara, una política de pactos clara", precisó.
Además, Díaz apeló a la necesidad de un acuerdo de los partidos que defienden la Constitución frente "al disparate" de lo que plantea el nuevo Gobierno catalán, sin que ello, y es ininteligible, pueda condicionar la formación del Gobierno central. Andalucía debe ser de nuevo "un factor de estabilidad", recalcó Díaz, y añadió que "con lo que está viviendo España, el PSOE tiene que estar a la altura de lo que está sucediendo y eso es lo que me preocupa". Así, Díaz abogó por que su partido "sea un instrumento útil al servicio de un momento muy difícil para nuestro país. Uno de los momentos más complicados desde la Transición española y en eso voy a trabajar".